Conclusión: sin duda es imprescindible un proceso de selección o acreditación intelectual. Un aspirante a profesor, médico, bombero…, se enfrenta a exámenes que califican, o no, su aptitud y le cualifican para ejercer su legítima aspiración. ¿Cuál es la prueba a la que se enfrenta el legislador? Generalizar es injusto, pero aún más atroz son las consecuencias (y siguen engordando) del desbarajuste creado por aquellos que apelando al voto obtenido muestran con claridad su incapacidad y los intereses de otros en contradicciones constantes, parches que revientan como costurones viejos porque no tienen plan ni estrategia. Ya ni siquiera simulan creer lo que legislan. Y la desidia es la peor de las mentiras.
¿Cuál es la credibilidad de quienes controlan las instituciones europeas si entre ellos se rompen la pizarra, desangran al enfermo o se pisan la manguera, por continuar el ejemplo de los profesionales cualificados? La Comisión Europea, sin evitar la pompa, anunció hace semanas que en 2030 las energías renovables deben ser el 27% del mercado eléctrico. Esta propuesta no solo rebaja anteriores intenciones comprometidas por la misma Comisión, sino que se califica de obligatoria a nivel comunitario. Esa expresión avala la inexistencia de objetivos nacionales vinculantes. Vamos que cada país hará lo que le venga en gana sin temer reproche o sanción. Cuando llegue 2030 alguien se encargará de cuadrar los números o de modificar el objetivo.
¿Y qué dice el Parlamento Europeo? El “Eurocamarote” (que pensaría un aficionado al cine) se ha puesto “serio”. Pide un 30% de renovables en 2030, y añade como objetivos reducir las emisiones de CO2 (40% respecto a los niveles de 1990) y fomentar el ahorro de energía (40%); asuntos, por cierto, poco claros en los planes de la Comisión Europea. Y, además, considera que deben ser objetivos vinculantes. Menos mal, alguien ha recapacitado. Tal vez, ¿pero para qué? si la votación del Parlamento Europeo no obliga a la Comisión Europea (no es vinculante, otra vez la palabrita).
La luz se enciende o se apaga, depende del día, a la espera de que se produzcan las reuniones ministeriales de los gobiernos europeos anunciadas para principios de marzo, previas a la cumbre de los jefes de gobierno de finales de mes. ¿Será entonces cuando se tome una decisión libre de la presión de los mercados y consecuente al interés ciudadano? Omito la respuesta para preguntar ¿un viaje como éste necesita de 28 comisarios europeos y 766 diputados, más sus equipos de trabajo? El paquidermo come y barrita plácidamente, impertérrito ante un gasto de 1.100 millones de euros diarios en 2012 por la importación de petróleo y gas a Europa, según los datos del presidente ejecutivo de la Asociación Europea de la Energía Eólica, Thomas Becker, que eleva a 406.000 millones la factura de ese año.
El desconcierto, diría un optimista bien encarado, es achacable a la falta de comprensión del ciudadano medio de una estructura supranacional… Como discurso queda bien, pero es discutible, y aún validando semejante enunciado la perturbación-incomprensión del ciudadano aumenta si se desciende por la pirámide del desgobierno a instancias más locales. En el Foro de Davos se escuchó como el ministro de Industria, José Manuel Soria, afirmó que las energías renovables costaron 10.000 millones de euros en 2013. La cifra está inflada, según las estadísticas publicadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y además Soria evitó decir cuánto aportan las renovables al sistema bajando el precio de la electricidad, por ejemplo. Detalles, pensará alguno. No dijo tampoco que el gobierno ha convertido las energías renovables en un enemigo de la marca España al romper los principios de seguridad jurídica que atrajeron inversiones multimillonarias. Los recortes de este gobierno y del anterior han provocado ocho denuncias internacionales contra España. La última de Abu Dhabi que ha solicitado arbitraje internacional ante el Banco Mundial. ¡Que lejos queda la foto del Rey Juan Carlos I y el Jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan el día de la inauguración de Gemasolar, probablemente la planta termosolar más avanzada del mundo, en octubre de 2011!
La ponzoña está presente en todo, hasta empapar las economías reales, domésticas e industriales, las de los ciudadanos. Tan magnífica es la cantidad que algún estudioso podría estar tentado de idear el uso de tanto veneno a modo de biomasa. En España 4 millones de personas sufren pobreza energética, un problema poco definido (el presidente de la patronal eléctrica UNESA, Eduardo Montes, ha llegado a negar su existencia ante las cámaras de “Salvados”) que puede ser el responsable de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras al año, según el Observatorio de la Sostenibilidad de España.
Además de situaciones dramáticas, el pagano común está hastiado de pagar el abuso y de que le tomen por idiota. Es complejo soportar cómo el ministro de Industria, José Manuel Soria, afirma que el precio de la luz bajó en 2013 o que la subida de la parte fija del recibo en 2014 se decidió para beneficiar a las familias. El ingenio ministerial es inagotable y hay más, mucho más. A partir de abril, asegura Soria, el consumidor pagará el precio de mercado. Desde el respeto, ¡cómo para hacer un seguimiento exhaustivo! El precio de la luz se decide cada hora: 24 veces al día x 60 días = 1.440 precios/usuario. Y, además, será irreal porque la inmensa mayoría de los consumidores no dispone de contadores digitales que discriminen tanta variable. ¡Pues cámbiese el contador, buen hombre! El gobierno ya ha legislado para que sea obligatorio. Ventajas para el consumidor: pagar un 40% más caro el alquiler del aparato. Ventajas para las eléctricas: cortar a distancia el suministro, ahorrarse el coste de los operarios que hacen la lectura, que adaptan las potencias contratadas o los cambios de tarifa (servicios por los que se seguirá cobrando al usuario).
Y todo esto en los dineros más cercanos. ¿Qué ocurre con las grandes cifras? El gobierno, que suprimió a las bravas la subasta CESUR en diciembre, ahora reconoce que desde el año 2010 se ha pagado un sobreprecio en las subastas de 1.160 millones de euros en concepto de cobertura de riesgo. ¿Los devolverán a los consumidores? Silencio. Después de que el ejecutivo dictara una subida del 2,3% el mercado mayorista se relajó y bajó a precios. Justo diez días después de que el ejecutivo fijase un precio de 48,41 € MWh el precio de mercado era de 28,8 € MWh, un 40% menos. Y el déficit de tarifa, alcista y altanero. Empeñado en desmentir al ministro que anunció que no habría y elevándose a 4.098 millones de euros, según los últimos datos de la Sala de Supervisión Regulatoria de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
El sin vivir energético es tenaz y abultado. Del infinito posible, y a modo de final dialéctico, las palabras del director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid, Carlos López, en el Foro ValleInnova. “¿Por qué no se potencia el autoconsumo? A mí me gustaría saberlo, en una situación de crisis como la que estamos padeciendo si se fomentara algo el autoconsumo o se permitiera instalar pequeñas instalaciones fotovoltaicas en los tejados de las viviendas generaríamos muchísimo empleo en el sector industrial que fabricaría esos inversores, que fabricaría ese material eléctrico, etc. Y sin embargo estamos haciendo todo lo contrario. Ahora el que quiere montar una pequeña instalación fotovoltaica tiene que pagar un peaje. Es estrambótico. Estamos haciendo todo lo contrario para generar empleo. ¿Por qué? Porque a lo mejor a alguna compañía no le interesa que se desarrolle. Pero aquí que tiene que primar ¿el interés particular o el interés general?”
Apuntar a modo de colofón anecdótico que un seguidor del Vatio Impotente le ha hecho llegar su factura de la luz. Él es español y castellano de residencia, su factura está escrita en inglés desde hace dos años. ¿Internacionalización? Error informático, le aseguraron. Ya lo han subsanado. Sigue sin entenderla.
Acto I
Escena primera
(Truenos y relámpagos. Entran tres brujas)
- ¿Cuándo habremos de vernos, con el trueno, otra vez, con el rayo o la lluvia, reunidas las tres?
- Cuando el caos acabe,
al fin de la batalla, bien se pierda o se gane.
- Antes de que el sol se ponga.
Macbeth, de William Shakespeare
