Los principales objetivos de las normas europeas sobre rehabilitación energética de los edificios son la movilización de la inversión privada y pública para transformar el parque inmobiliario en edificios de consumo de energía casi nulo y establecer una hoja de ruta para su descarbonización en 2050. La Directiva (UE) 2018/844, de eficiencia energética de los edificios, y la Recomendación (UE) 2019/876, sobre renovación de edificios, desarrollan los elementos que deben reunir las estrategias de rehabilitación para alcanzar estos objetivos.
En el nuevo Informe IPM La prioridad de la Rehabilitación en los Planes de Recuperación y Resiliencia se analizan las condiciones, barreras y retos de la eficiencia energética de los edificios para convertir la rehabilitación en la palanca de la recuperación económica partiendo del contenido de las directivas y recomendaciones europeas. Los progresos de las directivas europeas de eficiencia energética de los edificios de 2010 y 2018 no se han correspondido con avances similares en las normas y códigos de construcción, ni en la regulación eléctrica, ni en las capacidades del sistema financiero para desarrollar la demanda y el mercado de rehabilitación.
Sin embargo, existe una relación directa entre la regulación eléctrica, las normas de edificación y los avances en la eficiencia energética de los edificios: hacer viables las actuaciones e inversiones en rehabilitación depende de que el ahorro de energía y la gestión energética de los edificios tengan un valor económico. Las normas europeas lo hacen posible al establecer medidas para evaluar correctamente los riesgos, beneficios y externalidades de la eficiencia energética. La transformación del parque inmobiliario hacia su descarbonización se convierte así en la inversión más productiva de los planes nacionales de recuperación y resiliencia.
La rehabilitación es la oportunidad para reducir al mínimo la demanda energética de los edificios existentes con autoconsumo, renovables en calefacción y refrigeración, microrredes, aplicaciones inteligentes para la gestión de la demanda y recarga de vehículos eléctricos. En definitiva, promover edificios autosuficientes y conectados a través de soluciones centradas en los ciudadanos y las ciudades inteligentes.
En el nuevo Informe IPM se citan los principios del “Mecanismo europeo de Recuperación y Resiliencia”: la pertinencia, la eficacia, la eficiencia y la coherencia de las inversiones.
La rehabilitación energética cumple estos principios y por esa razón fue la primera prioridad del Plan de Recuperación Verde que la Comisión Europea presentó en 2020 y que ahora debería trasladarse a los planes nacionales para recibir los recursos del Next Generation UE.
Este post se publicó primero en La Oficina de Javier García Breva