Repsol acelera en la carrera del hidrógeno renovable con una inversión prevista de 2.549 millones de euros hasta 2030 para instalar, a través de diferentes tecnologías, como la electrólisis, la producción a partir de biogás y la fotoelectrocatálisis, entre otras, una potencia de 552 megavatios en 2025 y 1,9 gigavatios en 2030. El objetivo de Repsol es liderar el mercado del hidrógeno renovable en la Península Ibérica y situarse como tercer productor en Europa. La petrolera ubicará para ello plantas de electrolizadores (las máquinas que producen hidrógeno) en sus complejos industriales. Una de ellas estará en la refinería de Petronor (Bilbao) y contará con una capacidad de 2,5 megavatios, y pretende abastecer a la planta y a otras instalaciones del Parque Tecnológico de la Margen Izquierda, situado en el cercano municipio de Abanto y Zierbena. Otros proyectos serán la instalación de electrolizadores de 100 megavatios en las refinerías de Cartagena y Tarragona, y en la de Petronor. Además instalará, junto a Enagás y el Ente Vasco de la Energía (EVE) un electrolizador de 10 megavatios para abastecer la planta de combustibles sintéticos que instalará en el puerto de Bilbao.
Por otro lado, Repsol está adaptando sus infraestructuras de producción de hidrógeno convencional para la obtención de hidrógeno renovable a partir de biogás. De este modo, será capaz de producir hidrógeno a partir de residuos orgánicos de diferentes procedencias, como los residuos urbanos, biomasa o distintos subproductos de industrias agrícolas y ganaderas. La compañía ha realizado recientemente las primeras pruebas en este sentido en su refinería de Cartagena, donde ha fabricado combustibles de baja huella de carbono empleando hidrógeno renovable.
De la fotoelectrocatálisis
La tecnología de fotoelectrocatálisis, cuya principal ventaja frente a las soluciones actuales es que sólo es necesario contar con agua y la luz del sol como materias primas para producir hidrógeno 100% renovable. Desde 2018, Repsol incorporó al proyecto a Enagás con el objetivo de acelerar el desarrollo y escalado de la tecnología y, actualmente, ambas compañías disponen de una planta piloto que está generando el gas renovable en el centro de investigación Repsol Technology Lab. Su novedoso diseño permite la ruptura de la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno renovable en un solo paso, directamente a partir de la radiación solar y sin necesidad de conectar los dispositivos a una fuente de energía eléctrica. De esta manera se consigue reducir de forma significativa el coste del proceso al no depender del precio de la electricidad, al mismo tiempo que se incrementa su competitividad.
Europa
La Fuel Cells and Hydrogen Joint Undertaking, una iniciativa público-privada que actúa como herramienta de la Comisión Europea para promover la investigación y el desarrollo de tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible en Europa, ha marcado como objetivo alcanzar la capacidad de 40 GW y multiplicar por siete su presencia actual en el mix energético, hasta el 13% en 2050. El reciente paquete regulatorio lanzado por la UE, Fit for 55, apoya asimismo el despliegue del hidrógeno renovable, con medidas que contemplan por ejemplo el establecimiento de cuotas mínimas de uso en 2030 (al menos un 50% en la industria, cuota del 2,6% en combustibles renovables de origen no biológico y del 0,7% en combustibles sintéticos para aviación). En España, el objetivo marcado por la Hoja de Ruta del Hidrógeno publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en octubre de 2020 apunta hacia los 4 GW de capacidad instalada en 2030, para lo que el Gobierno financiará su desarrollo con 1.550 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation hasta el año 2024.
Para qué sirve hoy el hidrógeno
Actualmente, el 90% del hidrógeno se usa en el sector industrial como materia prima en el refino, en la producción de amoníaco, en la industria del acero y en la química, principalmente. En el sector de la movilidad, el hidrógeno es uno de los principales componentes en la producción de combustibles. Se utiliza para eliminar el azufre en combustibles tradicionales, pero también es esencial en la producción de combustibles líquidos con baja huella de carbono, como los biocombustibles y los combustibles sintéticos, principalmente. La ventaja de estos productos frente a otras opciones es que sus prestaciones son similares a los combustibles tradicionales y se pueden usar en los motores actuales de automóviles, camiones, aviones y barcos sin necesidad de realizar modificaciones, empleando además la red de distribución logística que ya está establecida.
Sobre el mapa
En febrero de 2021, Petronor y Repsol promovieron la creación del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C) con el objetivo de "impulsar la recuperación económica del País Vasco y del conjunto de España a través de la economía del hidrógeno, al mismo tiempo que se avanza en la descarbonización y se impulsan sectores estratégicos como la energía, la movilidad, la industria y los servicios". El consorcio ya ha conseguido reunir a 80 empresas, instituciones y centros de investigación que tienen previsto movilizar 1.431 millones de euros hasta el año 2026, destinados a la ejecución de 40 proyectos en toda la cadena de valor del hidrógeno, con el objetivo de crear más de 1.300 empleos y posicionar a la región como referente internacional en hidrógeno renovable.
El pasado 14 de mayo se anunció la constitución del Valle del Hidrógeno de Cataluña, impulsado por Repsol y Enagás, y coordinado por la Universitat Rovira i Virgili (URV). La iniciativa -informa Repsol- ya cuenta con más de un centenar de empresas y organizaciones adheridas. Además, la petrolera es uno de los socios impulsores del Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia. Por último, la compañía está participando en el clúster de hidrógeno de Castilla-La Mancha, que quiere situar al Complejo Industrial de Puertollano a la vanguardia tecnológica con la instalación de una planta de producción de hidrógeno renovable a partir de fotoelectrocatálisis, la tecnología que Repsol está desarrollando junto a su socio Enagás.
Por otro lado, Repsol y EDP acaban de formalizar una alianza para promover conjuntamente la producción de hidrógeno renovable en la Península Ibérica. El acuerdo contempla, en una primera fase, tres oportunidades de inversión en distintos emplazamientos. Repsol liderará el proyecto localizado en el País Vasco, cuyo objetivo es instalar un electrolizador a gran escala, dentro de la iniciativa del Corredor Vasco del Hidrógeno. Por su parte, EDP liderará un proyecto en Asturias con el que se pretende crear un Valle del Hidrógeno en esta comunidad autónoma, así como un proyecto en Sines (Portugal), aprovechando las sinergias entre las operaciones de Repsol en su complejo petroquímico –como potencial usuario de gas renovable– y el papel de EDP como proveedor de energía.