Así se desprende del análisis de Rosenow, publicado este jueves la revista académica Cell Reports Sustainability, que desgrana las conclusiones de hasta 54 estudios sobre el tema, entre los que figuran los de la Agencia Internacional de la Energía, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, el Imperial College London o la consultora McKinsey.
Jan Rosenow, director del think tank energético Regulatory Assistance Project: "Como analista, me fijo en las pruebas. Cuando me pregunto si el hidrógeno tiene sentido para descarbonizar la calefacción doméstica, las pruebas son muy claras: la respuesta es no".
Descarbonización del parque inmobiliario
Para lograr la descarbonización de la economía, la calefacción plantea un importante desafío, ya que los edificios contribuyen sustancialmente al gasto energético y a las emisiones de carbono. Por ello, mejorar la eficiencia energética en la estructura de los edificios puede reducir las emisiones, aunque su eliminación completa no será factible mientras sigamos dependiendo de sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles.
En este contexto, en los últimos años se ha propuesto al hidrógeno para descarbonizar el envejecido parque inmobiliario europeo, ya que ofrece una posible solución para reemplazar la calefacción con combustibles fósiles. Sin embargo, este artículo lleva a cabo una revisión de 54 estudios científicos independientes que han evaluado la capacidad del hidrógeno para calentar edificios.
El autor del informe asegura que "ni uno solo de los 54 estudios independientes sugiere que el hidrógeno para calefacción vaya a desempeñar o deba desempeñar un papel importante en el futuro”. Por el contrario, su análisis demuestra que para la mayoría de países europeos, “el hidrógeno es una opción más cara y menos eficiente que otras alternativas mejores, como las bombas de calor y la calefacción urbana”, también conocida como red de calor o calefacción de barrio (district heating)
Por ello, Rosenow subraya que "en países como el Reino Unido, España, Italia y Alemania, los responsables políticos deberían tomar nota de estos resultados” y “no dejarse distraer por la falsedad de que algún día el hidrógeno alimentará nuestras calderas de gas”. A su parecer, “el tiempo apremia”, por lo que “necesitamos un paquete de medidas para desplegar tecnologías probadas".
Situación en España
En nuestro país, el mercado de la calefacción en España sigue dominado por las calderas de combustibles fósiles. Según el análisis de Rosenow, el uso del gas natural para calentar las viviendas es mayoritario, ya que lo utilizan el 40% de los hogares. Además, España fue “el quinto país con la tasa más baja de ventas de bombas de calor de toda Europa”, con 9,8 bombas de calor por cada 1.000 hogares, según el informe sobre mercado europeo 2023 elaborado por la Asociación Europea de Bombas de Calor (EHPA, por sus siglas en inglés).
Tal y como se aprecia en este gráfico de la Hydrogen Science Coalition, se necesitaría casi seis veces más electricidad para satisfacer la demanda actual de calefacción en España utilizando hidrógeno verde que utilizando bombas de calor. En concreto, se necesitarían 149 GW de capacidad instalada de turbinas eólicas para la ruta del hidrógeno verde, mientras que harían falta 25 GW de capacidad instalada de turbinas eólicas para alimentar bombas de calor.
En cambio, un rápido despliegue de las bombas de calor en España reduciría un 14% la factura de la calefacción y permitiría disminuir drásticamente las importaciones de gas y las emisiones contaminantes, al mismo tiempo que crearía empleo e impulsaría el PIB, según un estudio publicado en abril de este año por Cambridge Econometrics.
El Reino Unido descarta el uso del hidrógeno para la calentar viviendas
Tras dos años de oposición por parte de expertos independientes, ONG y vecinos de las comunidades afectadas, el Reino Unido ha dado carpetazo a sus controvertidos planes de probar el hidrógeno para la calefacción en viviendas. En una actualización de su Estrategia sobre el Hidrógeno en el Reino Unido, el Gobierno británico anunció justo ayer, 13 de diciembre, que no seguirá adelante con el último proyecto de prueba de hidrógeno (hydrogen village trial) en la ciudad de Redcar, tras la cancelación en julio del proyecto de prueba en Whitby.
