Esto será posible gracias el acuerdo alcanzado entre el Centro Nacional de Hidrógeno (CNJ2) y la Falla Convento de Jerusalén, que en el marco de su proyecto "Convento más Verde" ha incluido el hidrógeno producido mediante energía renovable para encender la mecha que prenda sus dos monumentos y dar así a conocer este vector de energía entre los participantes en la fiesta. Un singular "mechero" que ha sido desarrollado en Puertollano (Ciudad Real) por el CNH2.
Durante las fiestas, que se prologan desde hoy al 5 de septiembre, y de la mano de un equipo demostrativo de obtención de hidrógeno a partir del agua -un electrolizador que separa el agua en oxígeno e hidrógeno mediante el uso de electricidad renovable- la falla está mostrando esta tecnología que, aunque aún incipiente, se prevé que sea habitual en nuestras vidas en muy pocos años. Este gas no emite ningún contaminante, a diferencia de los combustible utilizados tradicionalmente para quemar los ninots el último día de las Fallas, durante la Cremà.
Esta iniciativa sigue a otras actuaciones con las que Convento de Jerusalén quiere contribuir a hacer de las Fallas una fiesta sostenible. Así, ha plantado árboles para compensar la totalidad de su huella de carbono de las fiestas de este año y ha lanzado una competición de reciclado de latas entre los falleros.
Desde Convento de Jerusalén añaden que esta demostración del uso del H2 en las Fallas no va a ser un caso aislado y que ya están analizando con Centro Nacional de Hidógeno nuevos usos del gas que sirvan para divulgar y mostrar ante la sociedad la necesidad de la apuesta por lo renovable y las tecnologías de futuro que sirven para descarbonizar nuestro planeta.
Marcadas por la pirotécnica y el fuego, como elemento purificador, Las Fallas de Valencia son Patrimonio inmaterial de la UNESCO desde el año 2016.