La iniciativa, que pretende descarbonizar paulatinamente la movilidad pública urbana, persigue poner en funcionamiento para 2022 los primeros vehículos de hidrógeno, con una autonomía y tiempo de repostaje similares a los de los vehículos tradicionales, y continuar con el reemplazo progresivo, hasta el año 2026, de al menos un millar de taxis. A través del modelo de negocio ‘Taxi as a Service’ (TaaS), permitirá a los conductores utilizar estos vehículos a un coste competitivo frente a tecnologías tradicionales sin la necesidad de realizar desembolsos iniciales.
Dentro del conjunto del proyecto, FRV (grupo Abdul Latif Jameel Energy) será la encargada de desarrollar toda la infraestructura de producción de hidrógeno, recarga de los vehículos y suministro del combustible de la mano de Madrileña Red de Gas. Para ello, será necesaria la construcción de un electrolizador de al menos 10 MW alimentado por una planta solar fotovoltaica de 20 MW que, conforme ascienda la demanda de hidrógeno para más vehículos, podrán elevar su capacidad de producción.
La iniciativa cuenta con la participación de numerosas empresas de la cadena de valor del hidrógeno. Además de las citadas, Toyota España aportará los vehículos; en concreto del modelo Toyota Mirai, que tiene una autonomía de 600 km. Otro de los participantes, Grupo Ruiz otorgará su conocimiento en torno a la movilidad urbana y agregación de la demanda.
Desde FRV destacan que este proyecto es uno de los más ambiciosos en el ámbito de la movilidad urbana y periurbana y se alinea con los objetivos establecidos por la Hoja de Ruta del Hidrógeno y por el plan de recuperación del programa Next Generation EU.