Bajo el título Water for hydrogen production (Agua para la producción de hidrógeno), el estudio fue presentado en la XXVIII Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) celebrada en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2023 y en la que la presidencia de la Cumbre anunció la producción de hidrógeno limpio a nivel mundial.
El informe de IRENA y Bluerisk expone que el hidrógeno limpio se perfila como un componente clave para reducir las emisiones en sectores "difíciles de eliminar" como la siderurgia y la industria química, por lo que cada vez es más importante conocer mejor su huella hídrica, sobre todo en las regiones del mundo que sufren escasez de agua. En esta línea, señala que incluso el hidrógeno verde más intensivo en agua utiliza casi un tercio menos de agua por kilogramo de hidrógeno producido en comparación con el azul, que se fabrica a partir de gas natural con captura y almacenamiento parcial de carbono (CCS por sus siglas en inglés). IRENA y Bluesrisk añaden de que la demanda mundial de agua para producir hidrógeno se triplicará para 2040, y se multiplicará por seis para 2050.
Ante ello, una de las principales recomendaciones recogidas en el informe es que las plantas de producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles se retiren de forma prioritaria y se sustituyan por plantas de producción de hidrógeno verde para minimizar el impacto en los recursos hídricos locales así como la exposición del sector a los riesgos relacionados con el agua.
"Algunas formas de producción de hidrógeno que pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarán el riesgo de estrés hídrico a nivel local, lo que refuerza el hecho de que el hidrógeno verde es la mejor opción para ayudar a reducir el estrés hídrico para alcanzar el objetivo climático mundial de 1,5 °C", dijo la directora en funciones del Centro de Conocimiento, Política y Finanzas de IRENA, Ute Collier, en la presentación del estudio.
De acuerdo con este trabajo, el hidrógeno producido a partir de carbón con CCS es el que más agua consume, con una intensidad hídrica superior al doble que la del hidrógeno verde. Tianyi Luo, director de Bluerisk, teme, además, que los sistemas de captura y almacenamiento de carbono disparen la demanda de agua para la producción de hidrógeno. "Añadir CCS a una planta de carbón que produce cerca de 230 kilotoneladas de hidrógeno al año requeriría un volumen de agua que podría abastecer a toda la población de Londres durante medio año", dijo Luo, y pidió a los responsables políticos que "den prioridad" al hidrógeno verde "por encima de todo", especialmente en las regiones con escasez de agua.
El informe recomienda que estas consideraciones en torno al agua se integren en la planificación del desarrollo del hidrógeno y sus proyectos relacionados. Actualmente, más de un tercio de los proyectos de producción de hidrógeno verde y azul previstos o en funcionamiento están destinados a regiones con falta de agua, lo que conlleva a un riesgo de interrupciones e incertidumbres en torno a la normativa medioambiental si no se gestiona la demanda de agua.
Desde la Fundación Hidrógeno Aragón recuerdan que el agua es un recurso crítico para la producción de hidrógeno y un componente esencial de dicha producción. El agua se descompone en hidrógeno y oxígeno por la electrólisis, un proceso que utiliza electricidad para separar los átomos de hidrógeno y oxígeno del agua. El hidrógeno producido por este proceso se puede usar para almacenar energía o para una variedad de aplicaciones industriales.