Para Isabel del Pozo, a la espera de la llegada de los aviones de hidrógeno, “una solución intermedia sería el combustible sostenible de aviación, SAF”. La directora de programas de Airbus cree, asimismo, “no se descarta la llegada de los taxi voladores a las ciudades, aunque todavía tienen que pasar muchos trámites de regulación”.
Desde el lado del control aéreo, Pablo Caballero, director general de FerroNATS, defendió la necesidad de implementación del Cielo Único Europeo, lo que supondría –dijo– aumentar la eficiencia de la gestión del tráfico. Enrique Maurer, director de Servicios de Navegación Aérea de Enviar, se mostró igualmente partidario de "tener un cielo sin fronteras, basado en la compartición de sistemas y redes de comunicación”.
“Actualmente el espacio aéreo está organizado teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de cada país, por lo que existen limitaciones geográficas y la demanda no se acomoda dinámicamente. Todo esto redunda en una falta de eficiencias y de costes”, explicó. Por eso, el directivo de Enaire reclamó que “se lleve a cabo un cambio estructural urgente del modelo y se haga realidad un cielo único europeo: más eficiente, digital y sostenible”.
En cuanto a las principales innovaciones, el director de Ferro NATS habló de aeropuertos sin torre de control: “las torres de control remota ya es una realidad en Londres, donde el control aéreo se hace a cientos de kilómetros de distancia de las instalaciones”, mientras que Amparo Brea, chief green officer de Aena, dijo que, en su caso, los principales cambios se centrarán en la experiencia del cliente: “estamos orientados a la experiencia digital y sostenible en los aeropuertos. Tenemos actuaciones importantes, como el desarrollo de la biometría”.