“Si del 30% al 50% de estos proyectos se ponen en marcha, efectivamente será todo un éxito y transformará la economía de Ceará”, ha declarado a la agencia de noticias IPS el ingeniero Francisco Maia Júnior, secretario de Desarrollo Económico y Trabajo (Sedet) en el gobierno de este Estado de la región nordeste de Brasil.
Maia Júnior cree que la palanca para impulsar el desarrollo del hub será la demanda de “los países carentes de energía limpia”, especialmente la Unión Europea (UE), presionada por sus metas climáticas y ahora por la reducción del suministro de petróleo y gas ruso, en reacción a las sanciones económicas s a Rusia por la invasión de Ucrania.
Ceará producirá hidrógeno verde gracias a su alto potencial en energías renovables. Especialmente eólica, tanto en tierra como en el mar, y solar fotovoltaica. Ademá, cuenta con Pecém, un puerto construido en 1995 con una zona industrial y otra volcada a la exportación, y que tiene el valor añadido de ser el más cercano a Europa de todos los puertos brasileños sobre el océano Atlántico.
El agua para la generación de hidrógeno será de reúso, al provenir del agua residual tratada de la región metropolitana de Fortaleza, capital de Ceará, situada a 55 kilómetros del puerto. “Sale más barata que la desalinización del agua marítima”, aseguró a IPS el funcionario. Fortaleza cuenta con la primera planta de desalinización a gran escala en Brasil, y esa es la fuente de 12% del agua consumida en la ciudad, de 2,7 millones de habitantes.