La alianza cuenta con más de 900 socios de diferentes ámbitos (sector público y privado, instituciones de investigación, sociedad civil, ONGs, sindicatos, etcétera). Además de BBVA, dentro del sector financiero, pertenecen a esta asociación Citi, Deutsche Bank, ING y Natixis. El BBVA es el único banco español adherido. Para unirse a la European Clean Hydrogen Alliance, una organización -explican desde BBVA- debe firmar la declaración por la que se compromete a la visión compartida de la alianza y a contribuir a su trabajo operativo. Entre otras cosas, los integrantes, en su conjunto, se comprometen a movilizar recursos y actores para instalar al menos seis gigavatios (6 GW) de electrolizadores de hidrógeno antes de 2024 y 40 GW antes de 2030.
El hidrógeno verde es considerado como un motor de crecimiento sostenible para la recuperación económica dentro de la nueva estrategia industrial de la Unión Europea y además forma parte del plan de recuperación español y de su Agenda 2030, que pone el foco en el empleo; la educación; la transformación de modelos de producción y consumo; la lucha contra el cambio climático a partir de la transición ecológica y la descarbonización; la revolución digital y la innovación; así como la salud y el bienestar social.
Ricardo Laiseca, responsable de la Oficina Global de Sostenibilidad de BBVA: "la transformación de la generación energética a través de la electrificación procedente de fuentes renovables es fundamental en una economía baja en emisiones de carbono. Las nuevas fuentes de energía limpia, como el hidrógeno, complementarán la estrategia anterior y jugarán un papel muy relevante en la transición de las industrias más intensivas"
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el mundo produce casi 75 millones de toneladas de hidrógeno al año, pero prácticamente toda esa producción sigue haciéndose a partir de combustibles fósiles (la industria emplea como materia prima un combustible fósil, como el gas, y, además, emplea energía sucia para producirlo: es el hidrógeno marrón, o sucio). La AIE estima que la producción de hidrógeno verde (o limpio) rondará los 8 millones de toneladas en 2030 (en 2021 se espera una producción de medio millón de toneladas).
La obtención del H2 a través del proceso químico conocido como electrólisis (inyectamos electricidad al agua para romper su molécula en oxígeno, por una parte, y H2, por la otra) permite producir energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera (la única emisión procedente de ese proceso es vapor de agua). Si este año produjésemos así todo el hidrógeno que está previsto producir, el mundo evitaría la emisión de unos 830 millones de toneladas de CO2, que son las que producen los 75 millones de toneladas de hidrógeno sucio.
La Alianza del Hidrógeno Limpio Europea prevé organizar un “Hydrogen Forum” los días 17 y 18 de junio de 2021. El evento reunirá a promotores de proyectos con el mundo inversor.
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