Solicitada la demolición de la central hidroeléctrica del río Dulce.

Esta solicitud se basa en que la concesión obligaba a dejar circular un caudal ecológico de 250 litros por segundo (l/s) a partir de la derivación de las aguas a las turbinas de esta central, situada en el término municipal de Mandayona (Guadalajara). Técnicos de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente han constatado que el caudal ecológico, impuesto para mantener la vida del curso fluvial, apenas llegaba en ocasiones a 150 l/s. La concesión permite turbinar hasta 600 l/s.

El caudal ecológico está concebido por el vigente Derecho de Aguas como una "condición esencial" de las concesiones, por lo que su incumplimiento origina que estas concesiones se eliminen o "caduquen". Asimismo, la legislación permite que junto a esta retirada de la autorización, se vuelva al estado original del terreno afectado, con el fin de restaurar el medio ambiente fluvial.

La asociación AEMS-Ríos con Vida, que fue Premio Nacional de Medio Ambiente en 1998, afirma que el río Dulce destaca por ser uno de los pocos ríos ibéricos relativamente bien conservados, manteniendo especies emblemáticas como la nutria, la escasa trucha común autóctona y diversas rapaces protegidas.

El lugar fue dado a conocer en muchos países gracias a los programas de Félix Rodríguez de la Fuente. Sus extraordinarios valores han permitido que se prepare un Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) por parte de la Junta de Castilla-La Mancha, con vistas a su declaración como espacio protegido.

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Solicitada la demolición de la central hidroeléctrica del río Dulce.