Actualmente, la matriz energética en Panamá es liderada por las renovables, cuya oferta acumulada hasta septiembre pasado ascendía a 6.740.923 kWh (kilovatio hora), comparado con los 1.616.905 kWh que generaron las plantas térmicas, según cifras preliminares de la Contraloría General. Del total de la oferta de energía renovable, la hidráulica generó 5.728.023 kWh, la solar 540,675 kWh y la eólica 472.225 kWh. Otros 220.466 kWh se importaron y 148.097 kWh corresponden a autogeneración.
Los datos oficiales arrojan que el camino hacia la transición energética ha ido evolucionando con buen pie en los últimos años. Hasta septiembre de 2022, la oferta de energía limpia en Panamá se situó en 6.740.923 kWh, cifra similar a la de 2021 (6.900.116 kWh). Los datos de ASEP indican, en concreto, que solo en septiembre el 97% de generación de energía eléctrica del país provino de fuentes limpias. De este porcentaje total, un 91,09% lo generó la hidráulica y un 5,82% se generó con solar fotovoltaica y eólica, mientras que solo un 3,09% corresponde a otras fuentes.
La hoja de ruta de transición energética de Panamá comprende un plan estratégico para la migración hacia un sistema energético dominado por las energías renovables o provenientes de fuentes limpias, entre las cuales “la generación hidráulica seguirá siendo fundamental en el país”.
“Panamá tiene importantes oportunidades en el ámbito de las energías renovables”, dijo el pasado 8 de septiembre el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energías Renovables, Francesco La Camera, al visitar el parque eólico y la planta fotovoltaica Penonomé. Expertos del mercado energético panameño advierten, no obstante, que el país tiene que realizar un avance mucho mayor en eficiencia energética y conexiones eléctricas, sus asignaturas pendientes.