El proyecto ha sido desarrollado por la empresa chilena Colbún, que ha estimado una inversión de 130 millones de dólares en la que declara ser su décimo séptima central hidroeléctrica y la quinta acreditada para compensar emisiones de terceros, lo que convierte a la compañía "en el mayor emisor de bonos de carbono para compensar emisiones de gases de efecto invernadero, provenientes de la generación hidroeléctrica", de acuerdo con su gerente general, Thomas Keller.
Respecto a lo último, el proyecto se encuentra registrado bajo el estándar voluntario "Verified Carbon Standard (VCS)" para generar bonos de carbono y así neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero.
El acto de inauguración, encabezado por la ministra de Energía, Susana Jiménez, se produce tres meses después de la entrada en operación comercial de la central, que aprovecha las aguas del río Maule, y que, según se asegura, evitará la emisión de 100.000 toneladas anuales de CO2, equivalente a las emisiones de alrededor 25 mil autos o plantar cerca de 200 mil árboles.
Se trata también de la primera central en el país en medir su huella de carbono durante el período de construcción, iniciado tres años atrás.
Deben destacarse aspectos medioambientales que la empresa asegura haber tenido en cuenta. Entre ellos, la arquitectura de la casa de máquinas, que recrea una cabaña de alta montaña en el afán de mimetizarse con el entorno y minimizar el impacto visual. Además, durante el proceso de construcción se afirma haber considerado una intervención acotada para minimizar el impacto en el río, la flora y la fauna silvestre.
Asimismo, la construcción dispone de un mirador con información sobre las principales características de la central, la flora y fauna de la zona, y los atractivos turísticos de la zona.