El estudio demuestra que las energías renovables son una alternativa técnica y económicamente viable a las centrales hidroeléctricas, gracias a la drástica reducción de los costes de la energía solar y eólica en el último decenio, que actualmente se acercan a los 0,05 dólares KW/h. Además estos costes siguen bajando. España aparece en el informe como uno de los países con mayor potencial para generar electricidad a partir de energía eólica y solar a bajo coste. Como resultado, la competitividad de los precios de generación hidroeléctrica ha disminuido desde 2013 en nuestro país.
Las presas y embalses son los principales responsables de la pérdida de conectividad de los ríos. En el mundo hay cerca de 60.000 grandes presas y más de 3.700 están en fase de planificación o construcción. Como consecuencia, sólo la tercera parte de los ríos más largos del mundo fluyen libremente, según el reciente informe publicado en la revista científica Nature en colaboración con WWF. Invertir en renovables podría evitar la fragmentación de hasta 165.000 ríos por la construcción de grandes presas.
El potencial mundial eólico y solar, según este informe, representa aproximadamente el equivalente a 17 veces los objetivos de energía renovable asumidos por los países en el Acuerdo de París. Además, el desarrollo de las energías renovables podría ayudar a frenar el declive catastrófico en las poblaciones de especies de agua dulce, que han disminuido en un 83% desde 1970.
"Si no aceleramos la revolución renovable, todavía podrían construirse las presas hidroeléctricas más impactantes e innecesarias en ríos emblemáticos como el Mekong, Irrawaddy y Amazonas", afirma Jeff Opperman, científico del Programa Internacional de Agua de WWF y autor principal del informe. "Sería una gran tragedia si todos los beneficios sociales y ambientales de la revolución renovable llegaran tarde como para no salvaguardar los grandes ríos del mundo y todos los beneficios que brindan a las personas y la naturaleza", concluye.
Los autores del estudio explican que la revolución de la energía renovable no señala el fin del desarrollo de la energía hidroeléctrica, sino un cambio significativo en su papel. "La aparición de alternativas fiables debería disminuir la necesidad de presas de alto impacto. Sin embargo, las centrales hidroeléctricas de bajo impacto, que proporcionan capacidades de almacenamiento y flexibilidad, podrían convertirse en un componente importante de la transición mundial hacia el despliegue de energías renovables considerablemente más intermitentes".
"Al capitalizar las tendencias económicas y financieras, así como las tecnologías mejoradas, podemos asegurar un futuro más brillante para las personas y la naturaleza con sistemas de energía de bajo carbono, bajo coste y bajo impacto para los ríos y otros ecosistemas", concluyen.