Cuerva acumula más de 85 años de experiencia en la gestión de infraestructuras energéticas renovables en España. El contrato que ahora ha conseguido—otorgado en el marco de la Administración General del Estado a través del Miteco y gestionado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales– estará vigente hasta 2027, garantizando la operatividad y eficiencia de esta planta hidroeléctrica, que tiene casi un siglo de actividad
El Salto del Olvido data de la década de 1930 y fue concebida para ser un pilar en el desarrollo energético de la región, abasteciendo de energía a las localidades de Valsaín y La Pradera. Su infraestructura se compone de una presa, canal de derivación, cámara de carga, tubería forzada y una edificación que alberga dos turbinas y equipos eléctricos.
El aprovechamiento hidroeléctrico se nutre de las aguas del río Eresma y del arroyo Bercial, con un volumen de captación de hasta 2.500 l/s y 300 l/s, respectivamente. El salto bruto es de 51 metros y la potencia de la central de 1,2 MW.
Cuerva asumirá la gestión integral de la operación y el mantenimiento de la instalación, implementando un modelo basado en tecnología avanzada y mantenimiento predictivo para garantizar su máximo rendimiento a la vez que respeta el caudal ecológico establecido, de 252 ls.
Asimismo, implementará un sistema digital para el control remoto de la central, asegurando una supervisión en tiempo real y una respuesta rápida ante cualquier incidencia.
”Los trabajos de operación y mantenimiento en centrales hidroeléctricas, como es el caso del Salto del Olvido, son esenciales para la productividad y eficiencia de la actividad”, señala Gustavo Cuerva, técnico de O&M Renovables en Cuerva. “Las centrales hidroeléctricas son una pieza clave en la estabilidad del sistema eléctrico”, añade.
Con esta central, Cuerva alcanza un total de 6,6 MW renovables gestionados para clientes externos en operación y mantenimiento. A esto se suman 26,8 MW que la compañía administra dentro de su propia cartera de activos renovables.