Organizado por la Asociación Internacional de Energía Hidroeléctrica (IHA) y el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE), el encuentro se desarrolló a lo largo de la primera semana de noviembre y contó con la participación de representantes gubernamentales de EEUU, Austria, Brasil, Estonia, Grecia, India, Indonesia, Israel, Marruecos, Noruega y Suiza, así como de instituciones financieras internacionales, ONGs y destacadas empresas energéticas, como EDF, GE Renewable Energy, Voith e Hydro Tasmania.
El orador principal del foro y ex Primer Ministro de Australia, Malcolm Turnbull, instó a los gobiernos y a la industria a que se apresuraran a elaborar proyectos a la escala necesaria de hidroeléctrica de bombeo para apoyar el rápido despliegue de las energías renovables no despachables. "Necesitamos urgentemente crear conciencia sobre la hidroeléctrica de bombeo y su papel vital en la transición a la energía limpia. Esto requiere que la industria tenga un perfil más alto, con el objetivo de involucrar a los gobiernos y jefes de gobierno para que esto suceda", dijo Turnbull.
"Tenemos que ponernos en marcha. La energía eólica y solar se puede construir en meses, pero la hidroeléctrica de bombeo lleva varios años. Estas instalaciones pueden proporcionar almacenamiento a corto plazo al igual que las baterías, pero su mayor ventaja comparativa es que, con suficiente escala y elevación del agua, pueden asegurar días o incluso semanas de almacenamiento de energía", concluyó.
La batería de agua del mundo
En su intervención en el evento, Daniel R Simmons, del Departamento de Energía de los Estados Unidos, se refirió a la necesidad de contar "todavía con una red eléctrica que sea increíblemente fiable", y aseguró que las plantas hidroeléctricas de bombeo "contribuyen en gran medida a ello.
Simmons puso también el acento en la necesidad de la colaboración internacional para que esta tecnología avance ya que, según afirmó "los desafíos son muy similares" en todas partes. Como ejemplo de esta colaboración, citó el proyecto europeo Xflex Hydro, en el que más de una docena de socios están ensayando nuevas tecnologías hidroeléctricas en lugares de toda Europa.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), se necesitan 14.000 GW de capacidad adicional de eólica y solar para 2050 a fin de cumplir los objetivos del Acuerdo de París; y para ello hacen falta niveles sustanciales de nuevas inversiones en almacenamiento de energía de larga duración y baja emisión de carbono, como el que aportan las centrales de bombeo. El organismo internacional estima que ahora mismo hay cerca de160 GW instalados en centrales de bombeo, cifra que debe crecer hasta los 325 GW en los próximos 30 años.
Factores limitantes
El desarrollo de esta tecnología lleva años estancado en muchos mercados. Al margen de China, país que es el mayor productor mundial de almacenamiento por bombeo, el crecimiento de la capacidad instalada ha sido de sólo un 1,5% anual desde 2014, según los datos aportados en el Foro.
En la actualidad, se están desarrollando plantas hidroeléctricas de bombeo en Estados Unidos, India y Australia, pero, en general, su avance se está viendo limitado por una combinación de factores. Entre ellos, los asistentes al foro destacaron la falta de conocimiento sobre esta tecnología, los complejos acuerdos para los permisos y anticuados marcos reglamentarios y de mercado, que no proporcionan los incentivos adecuados para su desarrollo.
Sin embargo, según Demetrios Papathanasiou, del Banco Mundial, "el potencial de almacenamiento por bombeo es enorme. Tenemos muchos sitios en África, Asia y América Latina... el reto es identificar los emplazamientos más adecuados, conectarlos a la red y utilizarlos de la mejor manera posible en la planificación de la transición a la energía limpia".
El Comité Directivo del Foro va a crear tres grupos de trabajo –Marcos políticos y de mercado, Sostenibilidad y Capacidades, Costos e Inovación–, en los que expertos de todo el mundo trabajarán durante los próximos doce meses abordarán estos retos comunes y buscarán soluciones.
El ejemplo español
La isla canaria de El Hierro cuenta con una central hidroeólica, Gorona del Viento, que lleva desde su inauguración en 2014 generando buena parte de la energía que demanda la población de la isla.
La central combina un parque eólico, de 11,5 MW de capacidad, y una central hidroeléctrica formada por dos depósitos de agua, con un salto de 682 metros y 6 MW. Cuando los aerogeneradores producen más energía de la demandada, ésta se destina a bombear agua entre el depósito inferior y el superior, de manera que el agua que queda acumulada en este último depósito será la responsable de producir electricidad a partir del salto hidráulico en momentos de escasez de viento.
De esta forma, la combinación de la generación eólica e hidráulica consigue convertir una fuente intermitente, la eólica, en un suministro constante y controlado. Gorona del Viento se ha convertido en todo un referente, a escala global, en cuanto a la integración masiva de energías renovables en sistemas insulares.