El proyecto incluye "la construcción de tres nuevas grandes presas y centrales hidroeléctricas, incluida una planta con sistema de bombeo, que se ubicarán en el norte de Portugal, en los ríos Támega y Torno". Iberdrola calcula que esta iniciativa precisará "una inversión aproximada de 1.500 millones de euros". Según el comunicado que difundió ayer, las nuevas infraestructuras tendrán una potencia total de 1.158 megavatios (MW) y entrarán en funcionamiento en 2023. "Para avanzar en la ejecución de este proyecto -informa Iberdrola-, el Banco Europeo de Inversiones y la compañía energética han suscrito hoy un préstamo de 500 millones de euros, el primer tramo del fondo total de 650 millones de euros aprobado para financiarlo". La compañía eléctrica asegura que "los mercados eléctricos de España y Portugal se beneficiarán de estas nuevas infraestructuras, ya que, al aumentar la capacidad de generación y almacenamiento, las nuevas centrales proporcionarán una mayor flexibilidad y seguridad de suministro energético al mercado ibérico de la electricidad".
En la cuenca del río Douro/Duero
Las presas (Alto Tâmega, Daivões y Gouvães) están situadas en la cuenca del río Duero y se espera suministren una media de 1.760 gigavatios hora anuales. Iberdrola estima que "será necesaria la contratación de hasta 13.500 personas durante toda la fase de construcción" (empleo directo e indirecto) y que, "en la fase de operación se generarán varios centenares de puestos de trabajo". El proyecto forma parte del Programa Nacional Portugués de Presas de Alto Potencial Hidroeléctrico, y la promotora, Iberdrola, ha resultado adjudicataria del diseño, construcción y explotación de todas estas instalaciones mediante concurso público. Según el presidente de Iberdrola, el proyecto del Tâmega combina tres de las grandes apuestas de Iberdrola: el incremento de potencia de generación limpia, el desarrollo de nueva capacidad de bombeo -que Sánchez Galán considera la "única tecnología que hoy en día nos permite almacenar grandes cantidades de energía de forma eficiente"-, y lo que el presidente de la compañía califica de "financiación sostenible" (el BEI es un banco público).
El aprovechamiento del Alto Tâmega estará formado por una primera presa de 107 metros de altura en cuya base habrá instalada una central hidroeléctrica de 160 megavatios de potencia; a diez kilómetros de distancia, río abajo, se encuentra el segundo aprovechamiento, la central de Daivões, que tendrá una pared de 78 metros de altura y una potencia de 118 megavatios. Y, por fin, la tercera pieza clave del entramado es el sistema de Gouvães, que permitirá turbinar y bombear agua al río Torno desde el embalse de Daivões. Este aprovechamiento reversible (Gouvães) tendrá una potencia de 880 megavatios. Iberdrola prevé concluir las obras en 2023
Los protagonistas
Creado en 1958 y con sede en Luxemburgo, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) es de titularidad conjunta de los países de la Unión Europea. Según la UE, sus objetivos son (1)impulsar el potencial de crecimiento y empleo de Europa; (2) apoyar las medidas para mitigar el cambio climático; y (3) fomentar las políticas de la UE en otros países. El BEI -informa la Unión Europea- se financia en los mercados de capital y concede préstamos en condiciones favorables para proyectos que contribuyan a los objetivos de la UE: "cerca del 90% de los créditos se conceden en la UE; ni un euro procede del presupuesto de la UE". El BEI, que presume de ser el mayor financiador multilateral de la lucha contra el cambio climático a escala global y el mayor emisor de bonos verdes del mundo, se ha impuesto el objetivo de destinar al menos el 25% de sus fondos a mitigación y adaptación al cambio climático. En el año 2017 -explican desde el Banco-, esas líneas de trabajo alcanzaron los 19.400 millones de euros, lo que supuso que, por octavo año, haya superado su objetivo de acción climática.
Iberdrola
Iberdrola se presenta como "el primer productor eólico y una de las cinco mayores compañías eléctricas por capitalización bursátil del mundo". El grupo, que declaró el año pasado una facturación de 31.263 millones de euros y un beneficio neto de 2.804, asegura que emplea a 34.000 personas y que cuenta con activos por un valor superior a los 110.000 millones de euros . Iberdrola presume de haber sido "el primer emisor privado de bonos verdes a nivel mundial en 2016 y 2017" y forma parte de numerosos índices de sostenibilidad internacionales, entre ellos, Dow Jones Sustainability Index y FTSE 4Good. Según los datos que recoge su perfil de empresa, Grupo Iberdrola suministra energía a cerca de 100 millones de personas, principalmente en España, Reino Unido (ScottishPower), Estados Unidos (Avangrid), Brasil (Neoenergia) y México. Los principales accionistas de Iberdrola son el fondo soberano de Catar (Qatar Investment Authority), el fondo estadounidense Black Rock Inc y el banco público noruego Norges Bank.
Parque de generación de Iberdrola
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