Una batería solo puede aportar firmeza (en momentos de cero Sol, cero viento) durante 4 horas; las centrales termosolares presumen de que pueden operar como carga base nocturna, durante toda una noche; un bombeo aporta firmeza durante periodos de 20 horas, más incluso. Para empezar, ¿qué es eso de la firmeza?
Pues empecemos por el principio. Vamos a ver: antes las tecnologías que dominaban eran, como la nuclear, tecnologías que sabíamos que iban a estar 24 horas al día produciendo una carga conocida, y teníamos térmicas, que podían dar una potencia u otra a voluntad. Ahora, sin embargo, cada vez son más las instalaciones que producen energía de fuentes renovables no gestionables, como el viento. ¿Y qué ocurre ahora? Pues que, para compensar los vaivenes de la generación eólica, o de las fuentes renovables en general, hacen falta fuentes que den firmeza. ¿Y qué tecnologías te dan esa firmeza, es decir, te proporcionan la energía que necesita el sistema a voluntad y no en función de factores climatológicos? Pues, principalmente, el gas. El gas, o la hidráulica. Tú puedes almacenar agua en un embalse y utilizarla a demanda. El gas y la hidráulica aportan firmeza. Una batería no. Porque ahora mismo el almacenamiento óptimo en las baterías alcanza, en efecto, las cuatro horas. Es decir, que, una vez transcurridas cuatro horas, ya no puedes tirar de batería, porque no tienes energía. Y cuatro horas es un período muy corto. Nada que ver con los períodos que oferta el bombeo, que es una hidráulica que se distingue porque el embalse que operas no se llena a partir de las aportaciones naturales de agua; se llena a voluntad. Puedes bombear agua a ese embalse en los períodos en que el precio está más bajo, y dejar ese agua ahí, preparada para aportar esa firmeza durante un período de 20, 40 horas.
¿Y qué firmeza (o cuánta) necesita el sistema: cuatro horas, 20, 40?
Pues eso depende mucho del operador [que en el caso de España es Red Eléctrica]. Pero lo que a nosotros se nos está trasladando es que considera que tiene un respaldo suficiente con alrededor de 20 horas. Hablo del escenario futuro, más que del actual. Estoy hablando del escenario al que vamos, un escenario en el que cada vez hay menos nuclear, y en el que si además queremos prescindir del gas, porque es una fuente emisora de ceodós, pues entonces... Lo que está viendo el operador del sistema en sus modelos es que, en determinados momentos del año se producen... por decirlo de algún modo... “momentos de necesidad de firmeza”. Momentos de necesidad de firmeza que, como mucho, duran 20 horas. Y lo que está viendo el operador es que a partir de 20 horas esos escenarios ya son muy, muy, muy improbables. Así que lo que hay que lograr es ser capaz de tener una solución que aporte esas 20 horas en esos escenarios de falta de fuentes renovables.
¿Es el bombeo la nuclear del futuro?
Bueno... Tanto como la nuclear... La nuclear aporta energía en base y aporta firmeza... No sé cuál sería el titular del bombeo. Pero el bombeo es la tecnología que nos va a dar seguridad en el futuro.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima fija como Objetivo 2030 de Almacenamiento para España los 6.000 megavatios [MW]. Entiendo que con eso habría suficiente como para atender un sistema eléctrico que quiere un 74% de energía renovable en esa fecha. ¿Es así?
Bueno, vaya por delante que el Plan está en revisión, pero sí: el análisis que han hecho el operador del sistema y el Ministerio, con los objetivos que tenemos de penetración de renovables a 2030 (ese 74%), y con el escenario que va a haber en esa fecha (de plantas de gas y todavía con alguna nuclear operativa)... Pues la conclusión ha sido que lo que se necesita para asegurar esta firmeza son 6.000 MW de almacenamiento, de los cuales 3.500 serían bombeos.
Vamos un poquito más allá. A partir del 35 no habrá nuclear. ¿Cuál va a ser entonces la carga base?
Se supone que vamos a tener mucha más participación de fuentes renovables. Así que la base nos la tienen que dar tanto la fotovoltaica como la eólica, coordinadas con la hidráulica, que va a seguir ahí. Además, vamos a necesitar alguna fuente adicional, como pueden ser los bombeos.
Dice Iberdrola que los bombeos “aportan estabilidad, seguridad y sostenibilidad al sistema eléctrico, al generar gran cantidad de energía con un tiempo de respuesta muy rápido”. Cuando hablamos de “tiempo de respuesta muy rápido”, ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Y de cuánto tiempo estamos hablando?
Tiempo de respuesta. Ahí podemos estar hablando de dos cosas. Uno: ¿cuánto tardamos en conectar al sistema un grupo que está completamente parado? Pongo un ejemplo: de repente está bajando la eólica y se necesitan nuevos megavatios que compensen esa bajada. Imaginemos que tenemos un grupo hidráulico de bombeo parado. ¿Cuánto tarda en entrar? Tres minutos. En tres minutos está conectado en la red. Eso es lo que más o menos tarda un grupo hidráulico en arrancar. Y luego hay otro tiempo de respuesta que se refiere al rango de funcionamiento una vez el grupo está arrancado y conectado a la red. Gouvães tiene grupos de 220 megavatios que pueden moverse desde los 100 hasta los 220 MW. Y esa variación dentro de ese rango, una vez el grupo está conectado a la red, es rapídisima. Estamos hablando de segundos. Pasar de 100 a 220 MW tarda 10 segundos, 15 segundos, con lo cual el tiempo de respuesta también es muy bueno.
¿Y cuáles son los tiempos de respuesta de los competidores de los bombeos?
Las baterías tienen unos tiempos de respuesta también rápidos, similares. Estaríamos más o menos en lo mismo. El arranque, es decir, conectar una batería a la red, es más rápido que conectar un grupo de bombeo. Es un sistema más electrónico. No tiene sistemas mecánicos detrás. Pero, luego, una vez acoplada a la red del sistema, la variación es más o menos igual de rápida.
¿Y los ciclos?
Los ciclos combinados son más lentos en arrancar. Y, una vez están conectados a la red, su respuesta es también un poco más lenta, pero también cumplen con esa función. En el ciclo combinado sí que es verdad que hay una serie de sistemas auxiliares que, dependiendo de cómo sea el arranque, de cómo esté parado el grupo, de si es un arranque en caliente o en frío, los tiempos cambian un poco.
Bien, el bombeo puede generar electricidad muy valiosa, aporta firmeza, 20 horas y más… De acuerdo, pero, para empezar, necesitamos energía para bombear...
En efecto, hay que usar energía para bombear el agua, agua con la que luego producirás electricidad. Y en todo ese ciclo el rendimiento es un 75%. Si yo consumo 100, soy capaz luego de generar 75. Las baterías tienen un rendimiento un poquito mejor: ochentaytantos por ciento. Consumen 100 y dan por ejemplo 84. Y dependiendo del tipo del almacenamiento, cada ciclo de rendimiento es distinto. En Gouvães estamos viendo que está incluso más cerca del 80 que del 75. Depende un poco del emplazamiento, de las pérdidas y de otros factores.
Vaya, pues no está mal, ¿no? Porque tengo entendido que la eficiencia energética de un motor de combustión, de un vehículo, no alcanza sino en caso óptimo-óptimo el 40% y que el rendimiento en las centrales de ciclo combinado más modernas gira en torno al 60%.
Bueno, en un ciclo combinado de lo que estamos hablando es de la energía que tiene el gas que quemo...
Entonces, ¿puedo hacer esa comparación o no debo?
Es que en el tema del almacenamiento estamos hablando de un ciclo claro, donde estoy consumiendo energía eléctrica y devuelvo energía eléctrica, y en el gas estoy comparando la capacidad energética de un combustible fósil y cuánto obtengo de energía eléctrica. No creo que sea directamente muy comparable.
Prácticamente todo el parque nacional de instalaciones de bombeo surge entre los 60 y los 90. Porque por lo visto entonces la nuclear no podía regular (subir y bajar potencia a demanda) y esa labor (regular) se le encomendó a los bombeos. ¿Es así?
Las nucleares se quedan planas, acopladas a la red. Así que tiene que haber por arriba otras tecnologías que hagan... digamos... ese ajuste fino de cuadrar generación con demanda. En los setenta, cuando los sistemas eléctricos eran más pequeños, y había menos demanda, las nucleares fueron relevantes, y era necesario de alguna manera modular su generación. Por eso llegó, sí, el bombeo, que consumía parte de la producción de las nucleares durante la noche, y que por el día suplementaba la producción nuclear.
Y ahora puede haber llegado el segundo gran momento del bombeo...
Eso es. Ahora los bombeos deben compensar a las renovables: cuadrar en el sistema esas fuentes. Una de ellas además, la fotovoltaica, se concentra siempre en las mismas horas, y vamos a tener mucha, más de la que necesitaríamos en teoría. Así que el almacenamiento lo que va a hacer es recoger ese exceso en esos momentos y darlo cuando se necesite.
Iberdrola estima que en España caben 10.000 MW de bombeos. ¿10.000?
La sensación que tenemos es que la opinión pública, y particularmente la administración, creen (o creían) que en España ya no había emplazamientos para hacer nuevos bombeos, por lo que el bombeo ni siquiera se lo estaban planteando como solución. ¿Qué hemos hecho nosotros? Pues un estudio con el que hemos visto que hay emplazamientos técnicamente viables. Para decidir si es viable o no un emplazamiento proponemos una serie de criterios. Por ejemplo, es viable cuando la distancia entre los dos embalses es de menos de 15 kilómetros (más allá entendemos que va a ser muy costoso), o es viable cuando el salto es de más de 200 metros. Y sí, ahí caben 10.000 MW.
¿Qué soluciones concretas maneja Iberdrola?
Hemos estudiado varias: bombeo greenfield [construir la infraestructura a partir de cero]; crear un embase superior artificial cuando ya hay uno inferior; conectar dos embalses existentes; y cambio de turbina por turbina bomba. En este último caso la idea es no tocar obra civil y ver si podemos colocar, en el lugar en el que está la turbina, un grupo de turbina bomba. Pero... Lo hemos estado mirando y no tiene prácticamente encaje. Si estás pensando solo en turbinar... excavas lo justo, porque quieres ahorrarte costes en obra civil. Sin embargo, para bombear necesitamos más profundidad, es decir, que la máquina bomba esté más abajo. En Gouvães, por ejemplo, la bomba está a unos 60 metros por debajo del nivel del embalse inferior. Si Gouvães la hubiésemos diseñado solo para turbinación no hubiésemos excavado tanto.
Bien, sigamos hablando de costes. Según el estudio de Iberdrola, el CapEx de un bombeo que parte de cero, el bombeo nuevo o greenfield, oscilaría entre un millón y millón y medio de euros megavatio. ¿Es así?
Bueno, esas son referencias muy amplias. Porque cada bombeo es un emplazamiento... y cada emplazamiento... es distinto.
¿He de deducir que Iberdrola descarta entonces los bombeos de cero, como prácticamente hace con el cambio de turbina por turbina bomba?
Nosotros, como Iberdrola, en este análisis que hemos hecho de viabilidad de emplazamientos de bombeo, no hemos entrado a valorar ese tipo de bombeo, greenfield. Pero hay promotores que los están estudiando, y de hecho los están empezando a tramitar. Nosotros los hemos descartado no para el sistema, sino para el estudio. Que quede claro.
Según el estudio de Iberdrola ahora mismo hay 47 proyectos con una potencia total de 26.000 MW presentados en el Ministerio. ¿No es eso muchísimo?
Muchísimo. Hay un par de promotores que se han dedicado a buscar emplazamientos greenfield con posibilidades de bombeo y hay muchos proyectos, muchos megavatios, de ese tipo.
¿Qué proyectos está tramitando Iberdrola?
Alcántara [Cáceres], Sobrón [Burgos], La Muela [Valencia] y Conso [Ourense] están todos en tramitación. Y esperamos que salgan adelante. Son todos proyectos que aprovechan infraestructuras existentes. En Alcántara se unirían los embalses de Alcántara y Cedillo. En Conso, los de Cenza y Bao. En La Muela [que ya es un bombeo] la idea es ampliar la balsa artificial superior, ampliar la potencia de la instalación y seguir operando. Y, por fin, estaría el caso de Sobrón, que es un poco diferente: sería aprovechar un embalse existente, Sobrón, y construir un depósito artificial, del tipo La Muela, en una de sus márgenes.
Bien, mucho proyecto por lo visto... Pero, ¿qué le hace falta al bombeo para eclosionar? Porque el sector lleva 10 años en modo espera.
Bien, entendemos que la Administración está afrontando ahora mismo un período complicado, por el número de proyectos de otras tecnologías que tiene sobre la mesa. Vaya eso por delante. Lo que quizá pedimos desde el sector es que, dado que los bombeos son unos proyectos... muy especiales... y muy diferentes, lo que sí pediríamos es que, de alguna manera, la Administración diseñe un camino específico, una tramitación específica, para el bombeo. Creemos que deberíamos estudiar, entre todos, cómo se podría facilitar que estos proyectos puedan avanzar. Porque, si queremos tener bombeos en 2030, tenemos que empezar ya. Tenemos unos plazos de construcción de entre cinco y seis años.
Iberdrola también ha hablado de mecanismos de capacidad...
Sí. Por otro lado está en efecto el tema de la retribución. Ahora mismo... comprando energía a bajo precio y vendiéndola a precio mayor no se cubren las necesidades de los proyectos. Y eso no es algo que haya dicho Iberdrola. Eso es compartido por todos los que estamos promocionando bombeos, no solo en España, sino en toda Europa. Vamos a ver, si queremos este tipo de almacenamientos para asegurar una firmeza en el futuro, lo que creemos es que de alguna manera se tiene que retribuir ese servicio. Y la solución a la que se está yendo en Europa es el pago por capacidad, un pago por tener esa potencia disponible y esa firmeza disponible para ofrecérselas al sistema cuando se necesiten.
¿Y cuánto tiempo duraría ese pago por capacidad?
Podría estar en torno a los 15 años.
¿Alguna cifra?
No, porque entendemos que este pago va a ser diferente en cada uno de los proyectos. Cada proyecto va a necesitar un pago para convertirse en viable. Por eso entendemos que esto debe ir a una subasta, con una competencia. Y los proyectos que sean más competitivos, o que ofrezcan un menor coste al sistema, pues serán los que salgan adelante. Vamos a ver, el bombeo está vivo. Hay posibilidades de hacer bombeo. Hay bombeo disponible. Simplemente hay que darle un empujón. ¿Cómo? Facilitando la tramitación, porque estamos metidos -insisto- en la misma cola que otros proyectos y el bombeo es algo muy singular, más complejo. Y, por fin, reconociendo de algún modo, con un pago por capacidad, esos servicios que da el bombeo y que van a ser necesarios en el futuro.