Los temblores en la zona comenzaron en octubre, mes en que se iniciaron las pruebas en la planta geotérmica que proyecta la compañía francesa Fonroche Geothermie en Alsacia. La está construyendo en Fessenheim, a pocos kilómetros de la ciudad de Estrasburgo y en la misma zona en la que se clausuró recientemente una central nuclear. Se trata del proyecto geotérmico más ambicioso de Francia, con una inversión de unos 90 millones de euros y tiene como finalidad abastecer de electricidad a entre 15.000 y 20.000 hogares y de calefacción a 26.000.
AFPG, la asociación francesa de profesionales de la geotermia, explica que los temblores de los meses pasados han estado directamente relacionados con las actividades de puesta en marcha de la planta. "Parece que la sismicidad vinculada a la geotermia profunda en el yacimiento geológico de la cuenca del Rin está asociada principalmente a las fases de prueba durante las operaciones de perforación y puesta en marcha", señaló la AFPG en un comunicado, del que informa Euractiv. "Esta sismicidad se mide y se controla a lo largo de las fases de construcción y explotación, durante las cuales los eventos no suelen percibirse", puntualiza la asociación.
La propia Fonroche confirmó a la AFPG que el temblor estaba relacionado con sus actividades y explicó que el episodio de diciembre "podría ser la continuación de los movimientos inducidos por las pruebas realizadas" en octubre, pero que "también se enmarca en un contexto de intensa actividad sísmica en la dorsal de Europa Occidental durante varias semanas".
La región de Alsacia es propensa a los temblores naturales, por lo cual se ha puesto en marcha un plan sísmico para cartografiar mejor los riesgos e informar a la población. Allí ya funcionan varias centrales geotérmicas, sin que hasta la fecha hayan provocado una actividad sísmica importante, según la red nacional de vigilancia sísmica (Rénass).
Desde AFPG indican que las pruebas de las centrales geotérmicas que utilizan la tecnología EGS (sistemas geotérmicos mejorados) pueden provocar sacudidas, pero éstas están controladas y generalmente no superan un nivel de 2 en la escala de Richter. Para la industria geotérmica, los temblores de diciembre, que alcanzaron un nivel de 3,5 grados, fueron "excepcionales".
Cierre temporal de la planta
No obstante, tras el temblor de diciembre, las autoridades francesas pidieron al operador que cerrara temporalmente la planta. Esto desencadenó un cierre gradual y total del flujo de fluido geotérmico entre los pozos, de 5 km de profundidad, que ha provocado otro terremoto de 2,8 grados de magnitud hace unos días, el 10 de abril.
La empresa colabora en una investigación con el gobierno francés para determinar cómo y por qué se han producido estos temblores, pero mantiene que cesarán cuando la planta esté plenamente operativa, ya que a partir de ese momento la presión del agua será constante.
En declaraciones a Euractiv, Sanjeev Kumar, del Consejo Europeo de la Energía Geotérmica (EGEC), teme, sin embargo, que estos temblores vayan a utilizarse como excusa para que la gente diga "no a la geotérmica".
Las reclamaciones de los vecinos de La Wantzenau, localidad cercana a Estrasburgo en donde los temblores se sintieron especialmente, parecen darle la razón. Según la alcaldesa del pueblo, Michèle Kannengieser, los temblores han provocado un pánico colectivo. "Ya no creemos en el proyecto y no estamos dispuestos a volver a creer en él. No creo que ninguna manifestación de hoy, por muy científica que sea, vaya a cambiar nuestra posición, que creo que es muy legítima".
La AFPG insiste, sin embargo, en que estos incidentes "no ponen en duda los beneficios más amplios de la geotermia profunda, una tecnología renovable y libre de emisiones". La asociación recuerda, asimismo, que ya hay varias plantas geotérmicas en funcionamiento en la cuenca del Rin. En el conjunto de Europa, hay más de 150 centrales geotérmicas en funcionamiento y otras 300 de climatización directa, todas las cuales han superado las evaluaciones de impacto ambiental.
Las autoridades locales de Estrasburgo también defienden la continuidad del proyecto: "La energía geotérmica tiene la ventaja de su rápida conversión. Con un solo proyecto, podemos climatizar decenas de miles de hogares. También es una fuente de energía con un precio estable y competitivo para el usuario", ha declarado Marc Hoffsess, teniente de alcalde de Estrasburgo.