A través de una red de 70 kilómetros de tuberías, el agua fría entre 2ºC y 4ºC de temperatura se transfiere a hoteles, oficinas y museos. Todo se refrigera gracias al agua fría del Sena con lo que se consigue ahorrar en agua y electricidad, informa el portal geotermiaonline.com, que cita a su vez como fuente France 3.
El museo QUAI Branly es uno de los clientes de esta red frigorífica. Bajo el subsuelo una máquina de 30m2 climatiza todo el edificio. Sobre el tejado del museo no se ve ninguna torre de refrigeración, como es habitual en los edificios parisienses. Se evitan emisiones de carbono y se logra una perfecta integración paisajística.
La red de refrigeración cuenta con más de 600 clientes que se benefician de esta climatización con total discreción.
Esta red fomra parte de una iniciativa global para desarrollar la energía geotérmica en la región de París, que después de Islandia alberga la segunda mayor concentración mundial de instalaciones geotérmicas de baja entalpía.