Se asegura en un comunicado que se trata de "una planta geotérmica de última generación" compuesta de diez pozos perforados, cuatro en la calle 51 y seis en la calle 50, "a lo largo de los lados norte y sur de la catedral y a una profundidad de hasta 670 metros". El trabajo comenzó con la perforación de los pozos en junio de 2015.
Así es explicada la parte técnica: "En el corazón del sistema se encuentra un enfriador de recuperación de calor dedicado (llamado Dedicated Heat Recovery Chiller) que extrae la energía térmica del sistema subterráneo de pozos y lo distribuye por todo el terreno para fines de calefacción y refrigeración. Esto se logra a través de un sistema híbrido de bucle abierto".
Y continúa: "Structure Tone trabajó con Lane Associates para supervisar la instalación de la bomba de calor, así como la sofisticada red de distribución de intercambiadores de calor, manipuladores de aire y ventiladores que extraen y redirigen el calor a través de los más de 23.000 metros cuadrados de espacio. Mientras que la mayoría de las plantas geotérmicas alternan entre sus funciones de calentamiento y refrigeración, esta planta está diseñada para dividir automáticamente sus funciones de enfriamiento y calentamiento con el fin de calentar o enfriar simultáneamente las diversas áreas que sirve. Cuando se active completamente, la planta central será capaz de generar 2,9 millones de BTU (unidades térmicas británicas, equivalente cada una a 257 calorías) por hora de aire acondicionado y 3,2 millones de BTU por hora de calefacción".