El IV Congreso Internacional de Madrid Subterra, cuyo lema es en esta edición «Avanzando en el aprovechamiento de las energías del subsuelo urbano», está estructurado en torno a dos "grupos de presentaciones". En el primero participan Alessandro Rotta (Geoeg), con la ponencia "Geoestructuras energéticas y geosistemas: transformando la edificación mediante estructuras que proporcionan energía renovable"; y Javier Arriaga (Indra), cuya ponencia se titula "Infraestructura de comunicaciones como sensor de temperatura: una realidad en Metro de Madrid". En la segunda parte del Congreso intervendrán Genevieve Littot, de Paris Habitat (Recuperación del calor residual generado en el metro de París para su utilización en calefacción residencial: el proyecto Beaubourg); y Jorge Quintana, de Metro de Madrid (El freno regenerativo y el sistema de celdas reversibles. Recuperación y gestión de la energía de frenado en Metro de Madrid).
El evento está dirigido a estudiantes de ingeniería y arquitectura, empresas dedicadas a la gestión y explotación de la energía, profesionales de la sostenibilidad, eficiencia energética y economía circular, y a administraciones e instituciones propietarias y gestoras de grandes infraestructuras subterráneas.
La asociación
Madrid Subterra entiende como potencial energético del subsuelo aquel que puede derivarse de fuentes energéticas subterráneas, bien de origen natural (geotermia) o bien asociadas a las infraestructuras y servicios urbanos, tales como redes de saneamiento y de distribución de agua, túneles, redes de transporte subterráneo, etc. En estas infraestructuras -explican desde la asociación- puede aprovecharse este potencial energético, fundamentalmente a través del intercambio de calor o de la generación de energía eléctrica. Según Madrid Subterra, a día de hoy, sin embargo, "y, a pesar de que existen proyectos que confirman la viabilidad de la explotación energética del subsuelo urbano, esta energía se desaprovecha y disipa como energía residual de muchos procesos y sistemas urbanos". La asociación considera que las barreras que impiden el desarrollo de soluciones energéticas que aprovechen las energías del subsuelo son "el desconocimiento, la desconfianza y los prejuicios, la escasez de investigación en la materia, la carencia de emprendimiento e inversión, y la ausencia de un mecanismo de promoción de estas actividades. Madrid Subterra nace para superar estas barreras".