Esos son los números irrefutables (todos los datos son oficiales) que deja el que algunos han llamado el Rasputín económico de Rajoy, Álvaro Nadal, jefe la Oficina Económica del Gobierno durante el último quinquenio. El peor de los datos, quizá, es el relativo a la deuda pública, que ascendía en 2011, cuando Nadal se hizo cargo de su Oficina, a 743.530 millones de euros (el 69,50% del PIB) y que hoy supera tranquilamente el billón (100,5% del Producto Interior Bruto). En fin, que, en solo cinco años, el grado de endeudamiento del país ha crecido más de treinta puntos hasta elevarse por encima del cien por cien de nuestro PIB. Así, si en 2011 tocábamos a algo más de 15.000 euros de deuda por cabeza, hoy esa mochila ronda los 24.000. El cerebro económico de Rajoy tampoco podrá presumir de haber dejado en la hucha (de las pensiones) lo que allí se encontró el día en que llegó a su Oficina. Y es que, durante su quinquenio, la hucha referida ha perdido el 63% de su contenido (ha pasado de 66.800 millones de euros a finales de 2011 a tener 25.100 a día de hoy).
Tampoco con el objetivo de déficit ha acertado Álvaro Nadal, “el cerebro económico en la sombra”, que así lo presentaba el viernes pasado, recién nombrado ministro, Televisión Española. Hace apenas unos meses, en abril, ya lo apuntaba Moody’s en un duro informe: 2015 –decía entonces la agencia de calificación- "es el quinto año consecutivo que España no cumple los objetivos de su Plan de Estabilidad, que es sometido anualmente a la Comisión Europea”. Y, efectivamente, en el último ejercicio cerrado (2015), y con un Gobierno todavía amparado por una holgada mayoría absoluta, el incumplimiento ha sido sencillamente flagrante: el compromiso era reducir el déficit al 4,2% y el resultado final fue 5,1%.
Un error del 20%
El desvío con respecto al compromiso europeo no es pequeño (España se ha quedado a un 20% del objetivo). Y Bruselas lo sabe. Y por eso amonestó a las autoridades españolas en julio. Lo hizo por boca del comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, que le echó un cable al Ejecutivo Rajoy perdonándole la correspondiente multa: “concedemos dos años –decía entonces el comisario-, pero, si España no quiere ser el último país en salir del proceso de déficit excesivo tiene que acelerar los esfuerzos cuanto antes”. En todo caso, el perdón no es gratuito: Bruselas ya sabe que España tampoco cumplirá en 2016, y exige, de cara a futuro, que el Gobierno reduzca ese déficit al 3,1% en 2017 y al 2,2% en 2018. ¿Resultado? Los expertos prevén un recorte de 10.000 millones de euros en los dos próximos años que habrá de afrontar el nuevo gobierno.
De los recortes
El fracaso en el cumplimiento del objetivo de déficit sucede a pesar de los recortes ejecutados por el Gobierno Rajoy, recortes que, según los agentes sociales, se han cebado en la educación y la sanidad. El diario El Mundo publicaba hace apenas unas semanas que “el dinero destinado a la educación ha caído a niveles alarmantes durante estos años de crisis económica. Si en 2009 las administraciones públicas destinaban a ese ítem 53.895 millones de euros -decía el rotativo madrileño-, en 2013 dedicaron 44.974 millones”. Son 8.920 millones menos, una caída del 16%. Los datos publicados por El Mundo proceden de «Crisis económica y financiación educativa», un reciente trabajo de Comisiones Obreras que analiza la evolución de la inversión entre 2009 y 2013; es decir, dos años de Gobierno del PSOE y dos años de Gobierno del PP.
Y no parece que el futuro inmediato vaya a ser mejor. A saber: según revelara la Cadena SER la semana pasada, “la recuperación económica no se está traduciendo en España en la recuperación del Estado de bienestar. El Producto Interior Bruto crece desde hace tres años –decía la Cadena SER- y, sin embargo, sigue descendiendo la inversión en educación y sanidad: las previsiones para 2017 que el Gobierno ha enviado a Bruselas –concretaba la emisora- indican una reducción del gasto educativo del PIB en una décima. Pasa del 4% al 3,9%, según el Plan Presupuestario 2017 y su Informe de Acción Efectiva”, otra de esas obras que se dice inspirada en la Oficina que Nadal, el que algunos curiosamente han llamado el gurú económico de Rajoy, abandona ahora.
La fundación Fedea también le pone precio a los recortes
Sobre los recortes ejecutados en el nombre del cumplimiento del déficit también se ha pronunciado recientemente la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Esta fundación, impulsada desde el Banco de España y en la que también participan el Santander, Bankia, Telefónica o Iberdrola, publicó a finales de abril un informe titulado «Sanidad, Educación y Protección Social: Recortes Durante la Crisis». Según ese documento, “la reducción media del gasto en el estado de bienestar entre 2011 y 2014 ha sido del 10,6%”. Entrando en la composición del gasto por partidas -especifica el informe-, “el gasto en educación ha sido el más afectado por el ajuste con un recorte medio del 16,4%, seguido de la protección social, con un recorte del 9,7%, y de la sanidad, con un 6,6%”.
Las comunidades autónomas sí cumplen con el déficit
Precisamente esta semana, la fundación Fedea, poco sospechosa ella de bolivarianismo (véase su relación de patronos), ha publicado su Noveno Informe del Observatorio Fiscal y Financiero de las Comunidades Autónomas. Pues bien, su conclusión (la conclusión de la fundación Fedea a la luz de ese estudio) resulta muy explícita: “nuestras proyecciones sugieren que el conjunto de las comunidades autónomas está en condiciones de cumplir el objetivo de déficit de 2016”, o sea, en las antípodas de los sistemáticos incumplimientos del Gobierno central y, en general, de los números legados por “el cerebro económico en la sombra” que presentaba ayer Televisión Española (para situar la Oficina Económica de Nadal véase el organigrama de Presidencia del Gobierno).
Y, por fin, y dado el repaso hecho, quizá conviene cerrar con algunos números sobre el empleo
El empleo, efectivamente, no ha sido competencia de la Oficina de Nadal, pero evidentemente es uno de esos ítems que responde a los estímulos que el think tank económico del Gobierno Rajoy ha ido ideando a lo largo de este quinquenio: beneficios fiscales, ayudas y/o subvenciones para el emprendimiento, presión impositiva, etcétera, etc. Pues bien, ¿balance tras cinco años de Gobierno? Hoy hay menos trabajadores en España en activo (22.848.000) que en diciembre del año 2011 (23.440.300). ¿Dónde están esas 550.000 personas? ¿En el exilio, quizá? ¿Están ayudando esas ausencias a disfrazar los datos del paro y/o el empleo?
Hoy hay en España 18.527.000 trabajadores ocupados (véase página 2), mientras que, hace cinco años, cuando el Partido Popular ganó las elecciones (el 20 de noviembre de 2011), había 18.153.000. ¿Empleos creados? 374.000 (no entraremos aquí ahora a valorar la calidad de esos puestos de trabajo). Eso sí, incluso ahí hay sombras: la tasa de actividad registrada hoy está en el 59,3% (cinco años atrás, estaba en el 60,29%). Es decir, que, de la población en edad de trabajar, hoy, porcentualmente, son menos los que están metidos en el mercado laboral; menos, trabajando, que hace cinco años.
A pesar de todos esos números, así ven los medios de comunicación al nuevo ministro de Energía
El cerebro económico en la sombra sale a la luz (La Razón)
El cerebro económico en la sombra toma las riendas de Energía en el nuevo Gobierno (Televisión Española)
Nadal, el gurú económico de Rajoy (La Voz de Galicia)
Álvaro Nadal, el 'Rasputín' económico de Rajoy (El confidencial)