Las investigaciones de los científicos del CGG indican claramente la existencia de vastos recursos geotérmicos sin explotar a lo largo del fondo oceánico mundial, concentrados en los lugares magmáticamente activos y en las grietas inundadas adyacentes. Creen que estas zonas podrían ser lugares óptimos para generar energía a partir de esos recursos geotérmicos, en conjunción con la co-producción de agua dulce, hidrógeno verde y amoníaco, ofreciendo un conjunto de soluciones de energía rápidamente escalables.
CGG ha publicado una solicitud de patente de una novedosa combinación de tecnologías geológicas, geofísicas y de ingeniería para apoyar esta investigación, la exploración, el desarrollo y la supervisión de los recursos geotérmicos marinos.
“Con más de 25 años de experiencia en el uso de tecnología geocientífica multidisciplinar para llevar a cabo proyectos en toda la cadena de valor geotérmica, CGG está bien situada para identificar y evaluar de forma responsable las ubicaciones geotérmicas en alta mar más prospectivas y adecuadas y trabajar con organizaciones asociadas para desarrollar estos recursos”, se puede leer en la página web de la compañía.
Peter Whiting, vicepresidente ejecutivo de Geociencia de CGG, añade: "Nuestras investigaciones indican que bajo los mares y océanos del mundo existen vastos recursos geotérmicos que podrían aportar una solución energética ecológica adicional". Los sistemas de grietas mar adentro son mucho mayores que los que concemos en tierra firme, subraya.
Los científicos de CGG explican, además, que estas zonas geotérmicas del fondo oceánico “ofrecen un cinturón más continuo de calor subterráneo porque los procesos tectónicos ígneos o dilatacionales, y la actividad hidrotermal resultante, se producen a lo largo de toda la extensión de cada sistema. Los tipos de magma y las temperaturas son bastante similares en la mayoría de ellos, y los fluidos geotérmicos son relativamente consistentes y químicamente benignos, porque son esencialmente agua de mar modificada”.
Otras ventajas son que la energía geotérmica submarina no necesita ser transmitida por cable a la costa. Esta energía puede utilizarse in situ para electrolizar el agua dulce del condensado de vapor de la turbina para obtener hidrógeno o amoníaco verde transportable.
Además, prosiguen, "en alta mar se puede realizar una rápida cartografía geofísica del lecho marino y el subsuelo para diseñar el patrón de perforación más rentable y reproducirlo en múltiples lugares".
La experiencia de Islandia
El potencial geotérmico mundial de los fondos oceánicos tiene un exponente conocido en el sur de Islandia. Allí, los depósitos de los volcanes adyacentes se han acumulado sobre los basaltos submarinos de la dorsal oceánica del Atlántico Norte, lo que ha permitido desarrollar en tierra el sistema geotérmico submarino subyacente.
“La experiencia adquirida en Islandia ofrece al mundo un buen punto de partida para desarrollar yacimientos geotérmicos submarinos similares en alta mar”, dicen desde CGG.
“Muchos de estos recursos se encuentran en aguas internacionales y estarán regulados por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM) y su organismo regulador, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM), de modo que las oportunidades de exploración, investigación, desarrollo y fabricación puedan compartirse en todo el planeta, en beneficio de la humanidad”, concluyen.