La geotermia, la energía que viene del subsuelo, se hizo visible entre el centenar de asistentes profesionales que participaron en la II Jornada Hispano-Alemana de Geotermia somera. La iniciativa reunió a buena parte del sector de la geotermia en España y facilitó reuniones entre empresarios alemanes y españoles con el fin de intercambiar conocimientos y experiencias, y de establecer cooperaciones comerciales y tecnológicas.
En la inauguración, Carlos López Jimeno, director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid, destacó el aumento de instalaciones entre 2008 y 2016 de 19 a casi 500 en la actualidad. Ahora suman 17.000 kilovatios de potencia instalados. En el 80% de los casos se utilizan intercambiadores geotérmicos verticales con sondeos de entre 10 y 250 metros de profundidad. López Jimeno mostró además un buen número de ejemplos exitosos con diferentes tecnologías y aplicaciones, en el sector terciario y residencial tanto en obra nueva como en la rehabilitación de edificios emblemáticos.
Margarita de Gregorio, de la Plataforma Tecnológica Española de Geotermia, señaló la falta de un registro oficial de instalaciones térmicas renovables en España que dificulta conocer la situación real del sector. Según sus estimaciones, el 70% de la potencia instalada corresponde al sector terciario (hoteles, centros comerciales, etc), el 20% al doméstico y el 10% a usos directos. “La geotermia –dijo– favorece la economía y el empleo local. El 70% de la actividad económica generada se debe a las empresas españolas, el 30% es de empresas extranjeras que en su mayoría son suministradores de tecnología y equipos”.
Claus Heske, nuevo director de la Oficina Internacional de Geotermia, destacó el uso paralelo de la geotermia en instalaciones híbridas que suministran calor en invierno y frío en verano a los edificios. Heske subrayó tres grandes ventajas de esta fuente renovable: es fácil de usar, necesita poco mantenimiento y da impulso al tejido empresarial local.
Empresas alemanas como Stüwa presentaron su tecnología para pozos geotérmicos incidiendo en las ventajas de esta fuente: sin impacto visual, silenciosa, elevada vida útil, fuente inagotable. Thermosolar presentó los ahorros energéticos que pueden lograrse con su sistema híbrido compuesto por placas solares de vacío planas y bomba de calor geotérmica. Una casa familiar de 250 m2 en Alemania con este sistema puede gastar en calefacción unos 340 euros anuales.
Javier Urchueguía Schölzel, cátedrático de Física Aplicada de la Universidad Politécnica de Valencia y presidente del Panel Europeo de Geotermia, abrió su intervención señalando la importancia de la I+D+i para el mundo empresarial. “Es un instrumento para entrar en nuevos mercados” y subrayó su afirmación con ejemplos de colaboración de empresas e instituciones de ambos países en proyectos europeos. Urchueguía prevé un alto potencial de la geotermia en geo-estructuras como pilotes y cimentaciones termoactivas y aplicaciones híbridas de Heating+Cooling. Terminó su intervención destacando el importante papel de las instituciones europeas para el adecuado desarrollo del sector y para garantizar la calidad de las instalaciones.