El objetivo de este libro blanco, en cuya elaboración también colaborará la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), es que la geotermia sea de ahora en adelante una opción más a tener en cuenta por el gobierno de cara al mix energético. En el documento se recogerán las experiencias positivas que ya se han llevado a cabo en países como Alemania y Suecia, al mismo tiempo que se darán las pautas adecuadas para lograr un mejor aprovechamiento geotérmico en nuestro país.
El hecho de ser una energía limpia, tener un nivel de utilización del 95% -la más alta entre las renovables-, o su capacidad para producir ininterrumpidamente durante las 24 horas del día, no ha permitido sin embargo su despegue en España. De hecho en nuestro país la gran mayoría de proyectos en los que se incluye la geotermia son de carácter privado. A este respecto, Rafael Varea, responsable de política energética del ICOG explica a Energías Renovables “la importancia que tiene darla a conocer y difundirla así como la necesidad de crear una normativa y un registro oficial”.
“Hasta el momento, la geotermia ocupa un hueco en la legislación minera por aquello de ser un recurso mineral, pero en ella sólo tiene cabida la geotermia profunda, que es la utilizada para generar electricidad, el resto de utilidades –calefacción, agua caliente sanitaria o refrigeración- llevadas a cabo por empresas o por iniciativa privada no está contabilizado” añade. De hecho en 2010 su aportación al conjunto de las energías fue solo del 0,02%.
50MW en 2017
En la nueva Plan de Acción Nacional de Energías Renovables de España (Paner) 2011-2020, basada en la garantía de suministro, la compatibilidad económica y el respeto al medio ambiente, se establece como objetivo alcanzar los 50 MW de potencia a partir de geotermia en el año 2020. Para ello, sin embargo, es necesario un sistema de incentivos y un marco retributivo estable. “Hay subvenciones para la geotermia en determinadas comunidades autónomas, pero se trata de apoyos insuficientes y de segundo orden, si tenemos en cuenta a la eólica, la solar o la fotovoltaica”, aclara Varea. En esa misma línea el ICOG ha pedido a la Secretaría de Vivienda del Ministerio de Fomento que se incluya la geotermia en el Código Técnico de Edificación, así como que las nuevas construcciones lleven instalaciones geotérmicas, como ya ocurre con las placas solares.
Respecto al uso de esta energía renovable para generación de electricidad, se estima que existe un potencial bruto de casi 3.000 MW en recursos aprovechables. “Los sistemas han evolucionado tanto” que ya no es necesario alcanzar temperaturas en profundidad de entre 180º o 150º. Ahora –añade Varea-, las plantas de ciclo binario trabajan con temperaturas de entre 80º ó 85 º, que se pueden conseguir fácilmente con sondeos poco profundos del orden de los 4.000 metros, pero es necesario impulsarlo y conseguir que las compañías eléctricas se decanten por desarrollar proyectos de este tipo”.
Mucho más barata
Con la geotermia somera, utilizada para agua caliente sanitaria, calefacción y refrigeración, la cosa es aún más fácil ya que “la conductividad térmica se encuentra entre los 0 y los 200 metros. A esa profundidad la temperatura se mantiene permanentemente entorno a 15º o 16º tanto en invierno como en verano”, comenta Varea. Y aunque la potencia instalada en España se estima que supera los 100 MW, el potencial existente supera los 50.000 MW.
“Es cierto que con geotermia no vamos a poder alcanzar capacidades de generación de 400 MW, pero sí podemos ser capaces de dar electricidad a pueblos enteros con plantas de 50MW o 40MW como ya se hace en Alemania”, aclara. El hecho de que el uso de la geotermia pueda llegar a abaratar los costes con respecto al empleo de otras fuentes de energía entre un 75% y un 80% es un “plus” a tener en cuenta.
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