La empresa, afincada en Valverde del Camino, asegura que es "la única compañía en España que ofrece comercialmente estudios magneto-telúricos [estudios que se realizan sin necesidad de perforar] de cara al almacenamiento de CO2 bajo tierra". Según publicara ayer en su boletín informativo la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía, "mediante esta técnica de alta precisión, basada en electromagnetismo de muy alta penetración, capaz de llegar a una profundidad de 30 kilómetros, Geognosia busca materiales localizados a grandes profundidades que tengan características favorables para la inyección de CO2".
La ventaja del método electromagnético es que, al obviar los sondeos mecánicos, reduce extraordinariamente los costes de la investigación. Según Carlos Gata, socio de Geognosia, "a ciertas profundidades, un sondeo mecánico cuesta varios millones de euros, mientras que un sondeo magneto-telúrico puede rondar los 1.500 euros". Geognosia emplea en sus investigciones la sísmica de refracción, que estudia la propagación de ondas sísmicas para conocer la profundidad a la que está una roca o el tipo de la misma; o la gravimetría, que mide diferencias de gravedad debidas a contrastes de densidad, entre otros.
El método magneto-telúrico es un método geofísico indirecto que necesita, así, de expertos capaces de interpretar la información obtenida (Geognosia es una empresa compuesta por tres socios, dos licenciados en ciencias físicas y un operador de geofísica especializado). Según Isla Fernández, cofundadora de la empresa, mediante sus técnicas es posible "señalar si la zona objeto de investigación es o no válida y, mediante sucesivos estudios, analizar a lo largo del tiempo el comportamiento del CO2 almacenado".
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www.geognosia.com