"El Principado -informa el Gobierno asturiano- apoyará las siguientes iniciativas empresariales: (1) fomento de la producción y distribución de energía derivada de fuentes renovables a través de la implantación de sistemas de producción centralizada de calor y frío, mediante el desarrollo de redes de calor a partir de biomasa o geotermia de agua de mina en instalaciones próximas al consumo para pequeñas y medianas comunidades locales gestionadas mediante la contratación de empresas proveedoras de servicios energéticos; (2) fomento de la eficiencia energética en las empresas; (3) implantación de medidas de ahorro, diversificación y eficiencia energética en compañías de cualquier tamaño; y (4) auditorías energéticas en pymes".
Podrán solicitar las ayudas las empresas, incluyendo aquellas proveedoras de servicios energéticos, que promuevan el uso de fuentes renovables, así como las que impulsen acciones de ahorro y eficiencia, teniendo en cuenta que no se puede iniciar el proyecto o actividad antes de la presentación de la solicitud de la ayuda. El plazo de presentación de solicitudes comenzará a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Principado (algo que aún no ha sucedido) y finalizará el 15 de septiembre.
Según el Ejecutivo regional, "esta iniciativa trata de impulsar el aprovechamiento de los recursos renovables autóctonos de biomasa forestal y el calor de agua de mina (...), y persigue la adopción de medidas para el ahorro energético y la reducción de las emisiones de gases causantes del cambio climático; en definitiva, las ayudas económicas pretenden mejorar la competitividad de las empresas y contribuir al establecimiento de un marco favorable para la creación y consolidación de empleo en las zonas en las que se desarrollen estas actividades".
El agua de mina, según la empresa minera Grupo Hunosa
Durante la fase inicial de la minería la actividad se desarrolló mediante explotaciones de montaña (el acceso a la capa de carbón se realizaba desde la superficie mediante la construcción de bocaminas a diferentes cotas). Posteriormente, la minería se desarrolló mediante pozos verticales que permitían el acceso a nuevos campos de explotación a través de un único punto: el pozo. Estos pozos en algunas ocasiones llegaron a conectarse entre sí dando lugar a una compleja red de galerías bajo la superficie de la cuenca.
Un gran embalse subterraneo
Una vez cesa la actividad minera, todas aquellas zonas que anteriormente se desaguaban para poder desarrollar la actividad pasan a inundarse de forma natural, convirtiéndose este laberinto de galerías y zonas colapsadas (correspondientes a los huecos que quedan una vez se ha explotado la capa de carbón) en un gran embalse subterráneo.
Las condiciones físicas -como la profundidad (recordemos que la temperatura aumenta con la profundidad), la estanqueidad o el aislamiento- proporcionan una determinada cantidad de calor al agua acumulada. Ese calor hace que el agua de las minas sea idónea para su aprovechamiento geotérmico.
Según Grupo Hunosa, "a la vista de los estudios preliminares llevados a cabo, se puede establecer que el conjunto de labores mineras situadas en la zona central de Asturias dispone de un caudal mínimo anual de agua de 36 hectómetros cúbicos, que podrían ser empleados con fines de aprovechamiento directo para distintos usos, o bien de forma indirecta, como fuente de energía térmica.
Según el Grupo Hunosa, los caudales actuales de desagüe y las temperaturas medias de las aguas de mina "permiten afirmar que el Grupo tiene una capacidad anual para suministrar a esta zona central 267 gigavatios hora térmicos, aprovechando la energía térmica de baja entalpía del desagüe de las labores mineras, mediante el uso de bombas de calor y su distribución a través de una infraestructura de redes de calor".
Sobre el particular, Grupo Hunosa destaca por otro lado que "el uso de esta fuente de calor disminuye, de forma importante, las emisiones de CO2 con respecto a cualquier otro sistema, ya que, por ejemplo, dichas emisiones se incrementarían, respectivamente, en un 65% o un 54%, en el caso de usar gasóleo o gas natural, en lugar de la bomba de calor".
La energía contenida en el agua de mina del grupo Hunosa es el equivalente al consumido en calefacción por 21.900 viviendas u 87.600 habitantes.