“La suma de presiones geopolíticas y la urgente necesidad de hacer la transición hacia una energía limpia y firme en América Latina y el Caribe, ha creado una oportunidad para que la energía geotérmica surja en toda la región. Tanto las aplicaciones de geotermia a la red como su uso directo han sido estudiadas, la tecnología ha sido probada y hay fondos disponibles. Ahora es el momento de escalar”. Así se pronuncian los organizadores de la 9ª edición de Geolac, que arranca hoy en Ciudad de México con la participación de 150 expertos, para debatir sobre los problemas que enfrenta el sector y cómo superarlos.
Algunos de los temas que se tratarán durante estos dos días son: ¿Cómo influyen las condiciones volátiles del mercado mundial en el progreso de la geotermia en la región? ¿Cómo cambian las nuevas tecnologías la narrativa? ¿Podemos aprovechar la geotermia para la producción y extracción de materias primas en toda la región? ¿La nueva élite política de América Latina defenderá la independencia energética de la geotermia?
Un enorme potencial a desarrollar
En América Latina y el Caribe se puede encontrar energía geotérmica actualmente en Argentina, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua, fundamentalmente. El primer país en explorar este recurso fue Chile, pero hasta 2019, año en que inauguró una planta de 48 MW, apenas aprovechaba este recurso. México es donde más se ha desarrollado, con cuanto campos activos, pero también es importante en Costa Rica (260 MW), El Salvador (204 MW) o Nicaragua (107 MW.
Uno de los principales obstáculos que han impedido un mayor avance de la geotermia en la región ha sido el coste de implantación, mayor, por ejemplo, que el de la energía solar. Sin embargo, la geotérmica tiene una ventaja de la que carece muchos otros recursos ya que se tata de una fuerte de energía renovable que no depende de condiciones climáticas, que funciona 24 horas al día y los 365 días al año.
El Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de la Energía (Esmap), es un programa global de conocimiento y asistencia técnica administrado por el Banco Mundial, cuya misión es ayudar a los países de ingresos bajos y medianos a aumentar los conocimientos técnicos y la capacidad institucional para lograr soluciones energéticas ambientalmente sostenibles para la reducción de la pobreza y el crecimiento económico.