Los investigadores explican que este nuevo método, que han probado con éxito en un edifico con sóntano de Huelva, permite conocer con precisión la capacidad de transmisión calorífica de un terreno a un edificio.
Para el acondicionamiento climático con geotérmica, es imprescindible la obtención del valor de la temperatura real que tiene el suelo a una determinada profundidad y su capacidad de transmisión, un proceso llamado difusividad térmica, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva José Manuel Andújar, uno de los autores del estudio, que publican en la revista Sensors.
Hasta el momento, los constructores utilizaban unas tablas que ofrecían una referencia aproximada de este parámetro según las cotas del terreno, es decir, tomando diversas muestras a distinta profundidad.
La alternativa que ellos ofrecen es "sencilla y económica, ya que aprovecha la perforación geotécnica prescriptiva antes de la construcción de una casa o edificio para tomar, al mismo tiempo, mediciones que permitirán obtener la temperatura real y la difusividad térmica del suelo a la profundidad de interés”, indica Andjújar.
A través de este tipo de medición, los expertos han formulado una expresión matemática con la que es posible obtener el parámetro exacto de difusividad térmica del suelo, lo que evita errores de cálculo que, una vez finalizada la construcción, es imposible reparar. Este nuevo patrón está a disposición de toda la comunidad científica en este artículo.
Basándose en este enfoque, los expertos han desarrollado un sistema electrónico que permite la configuración precisa y necesaria de las estructuras que se deben instalar en los cimientos de nuevas edificaciones para un correcto acondicionamiento de todas las estancias y plantas. Es decir, el tipo, material y grosor de los tubos que han de instalarse, su disposición y direccionamiento o la altura necesaria de su colocación.
El proyecto también les ha permitido medir la temperatura del subsuelo en Huelva capital: ésta se sitúa entre los 18 y 22 grados centígrados a 5 metros de profundidad, y en 20 ºC a 10 metros. Según apunta el investigador, se trata de una información muy útil para la autorregulación del edificio ya que, partiendo del parámetro de difusividad térmica exacto y de los datos de la energía geotérmica de baja entalpía de un terreno pueden configurar las estructuras de acondicionamiento de edificios de una manera más eficiente y con menor coste que con los sistemas utilizados hasta el momento.
El estudio forma parte del proyecto ‘Diseño, desarrollo y construcción de pila de combustible modular: Instrumentación y control, monitorización online, estudios de efectos de deterioro’ financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.