La empresa de energías renovables Viridi y la asociación ecologista Avutarda Dientes de Sable, con la colaboración de agricultores de los municipios de Lominchar (Toledo) y Torrejón de Velasco (Madrid), han firmado un acuerdo de "custodia del territorio", para implementar medidas agroambientales en zonas de alto valor ecológico (Cedillo del Condado y Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad número 393). ¿Objetivo? Mejorar el hábitat de aves esteparias amenazadas como el sisón, la avutarda y los aguiluchos ibéricos, entre otras especies. La empresa promueve en la zona parques fotovoltaicos por valor de varios centenares de megavatios.
El acuerdo se desarrollará en zonas de elevado interés ambiental, sobre las que actúan tanto la administración de Castilla la Mancha y la administración de Madrid, como diferentes grupos y asociaciones dedicadas al estudio y conservación del medio natural.
El objetivo de este proyecto piloto de "custodia del territorio" es la aplicación de medidas sobre este espacio, que beneficien a las aves ligadas a cultivos cerealistas, cuyas poblaciones se encuentran en un acusado declive, por diversos factores, entre ellos, la intensificación agrícola. Los promotores de esta iniciativa pretenden frenar este declive, y que las poblaciones sean viables en el futuro, "con medidas como el cultivo de leguminosas o la creación de barbechos, medidas que, aún siendo destinadas particularmente a un grupo concreto de avifauna, también serán beneficiosas para otros grupos de especies (rapaces, cinegéticas, especies ligadas a zonas húmedas, etcétera)".
El proyecto -explican desde Viridi- pretende en definitiva incrementar la riqueza natural del entorno y evaluar las medidas más beneficiosas y eficaces, mediante un continuado seguimiento de estas. Se trata de llevar a cabo prácticas agrícolas beneficiosas para estas especies, como son, entre otras, la rotación de cultivos (cereal-leguminosas) que generan zonas de alimentación y refugio, parcelas en barbecho, el uso de semillas no blindadas, uso moderado de productos fitosanitarios, retraso en la cosecha, etcétera. También se realizarán actuaciones complementarias, "como el mantenimiento de láminas de agua durante todo el año, la eliminación de obstáculos que puedan causar colisiones, balizado de tendidos eléctricos en zonas de paso de avutardas, colocación de cajas nido para distintas especies, etcétera".
Avutarda Dientes de Sable realizará el diseño de las medidas a implementar (tomando como punto de partida la guía de buenas prácticas desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica) y el seguimiento de las poblaciones a lo largo de un ciclo anual completo, a fin de obtener conclusiones que puedan servir como marco de referencia, para la definición de medidas eficaces asociadas a plantas solares fotovoltaicas, por ejemplo, en la comarca de La Sagra.
Los agricultores que participan en el proyecto se han comprometido a colaborar activamente en las medidas que proponga la asociación ecologista.
El presidente de la asociación ecologista Avutarda Dientes de Sable, José María Rodríguez, valora la iniciativa -informa Viridi- como "positiva y necesaria, en un momento de gran incertidumbre a consecuencia del cambio climático, la pérdida de biodiversidad a nivel global y la necesaria transición hacia energía más limpias, que respeten los límites físicos y el patrimonio natural" [bajo estas líneas, Avutarda, foto de Luis Merino].
Isaac Del Rey, jefe de gestión de suelo y responsabilidad social de Viridi: “en Viridi pensamos que las iniciativas en materia de protección medioambiental más eficaces son aquellas que consiguen compatibilizar los intereses respectivos, y legítimos, tanto de agricultores como de ecologistas. Viridi quiere contribuir a tender puentes entre ambos mundos y estamos muy ilusionados de formar parte de esta iniciativa junto a la asociación ecologista Avutarda Dientes de Sable y la colaboración de los agricultores de la zona de Lominchar y Torrejón de Velasco (Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad en España 393). Nuestra visión y objetivo es conseguir que nuestras plantas solares tengan los más altos estándares de integración social y medioambiental en los municipios donde se instalan los proyectos”
Todas las partes involucradas consideran que este proyecto piloto entre Viridi, Avutarda Dientes de Sable y los agricultores permitirá analizar y exportar la viabilidad y convivencia óptima de un nuevo modelo de agricultura sostenible, basado en cuidar la salud del medio ambiente, la rentabilidad y la equidad social y económica, con otros usos productivos, como son la generación de energía renovable a través de plantas solares fotovoltaicas y evaluar las posibilidades de mejora en la conservación de los bienes naturales.
Protagonistas
Viridi RE Group promociona plantas de energías renovables en todo el mundo. Con más de 5 años de experiencia, ha tramitado, construido y operado con éxito proyectos en varios países de Europa y Latinoamérica con una potencia total de más trescientos megavatios pico (300 MWp). Según su perfil corporativo, en España está promoviendo "proyectos solares que alcanzan una potencia cercana a los 2.000 megavatios pico y a nivel global el porfolio de proyectos alcanza los 6.000 MWp". En 2020 comenzaron proyectos de Hidrógeno Verde en España. Además, Viridi RE GmbH es miembro fundador de la fundación H2Global.
Avutarda Dientes de Sable es una asociación ecologista dedicada al estudio y protección de las poblaciones de aves esteparias presentes en la comarca de la Sagra y al conocimiento y puesta en valor de lugares tan excepcionales como el yacimiento paleontológico del Cerro de Batallones (Torrejón de Velasco). Sus miembros llevan más de 15 años realizando distintas actuaciones, tanto de forma particular como en colaboración con otros grupos y colectivos, tales como censo y seguimiento de especies esteparias, rapaces diurnas y nocturnas, colaboración en rescates de animales heridos, colocación de cajas nido, jornadas de limpieza en arroyos, denuncia de delitos contra el medio ambiente, etc.
Pero, más allá del acuerdo sobre la "custodia del territorio", Viridi destaca los beneficios que traen de la mano las promociones fotovoltaicas.
Impacto social positivo
1. Empleo en la fase de instalación: entre 300 y 500 empleos directos por cada planta de cien megavatios (100 MW) en la fase de construcción (que dura varios meses).
2. Empleo durante la fase de operación y mantenimiento: entre 5 y 10 empleos por cada 100 MW en operación en tiempo parcial (durante la vida útil de la planta, 35 años). Según la empresa, "estos empleos directos tienen además un efecto de arrastre en empleos indirectos en las demás actividades del municipio".
3. Ganadería: los campos fotovoltaicos son compatibles con el pastoreo y con la ganadería. El modelo de ganadería que plantean es extensivo, lo que propicia -adelanta Viridi- un ecosistema más diverso en la parcela de la planta.
4. Agricultura. Desde el sector fotovoltaico, la universidad y los centros de investigación -explican desde Viridi- se está avanzando en el desarrollo de la agrovoltaica, la combinación de cultivos con fotovoltaica. Se están explorando qué cultivos son compatibles, qué medidas se deben emplear para permitir ambas explotaciones, así como aportar parcelas de compensación para cultivo.
Impacto económico positivo
1. Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO): una planta fotovoltaica de 100 MW tiene un valor de inversión aproximado de cincuenta millones de euros (50 M€). Aplicando un tipo medio de 3,5%, se tendría por ICIO un ingreso puntual de 1.750.000 euros en el año de construcción.
2. Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): teniendo en cuenta la tarifa base de 721,2 €/MW instalado, la planta de 100 MW aportaría a las arcas municipales la cantidad correspondiente en concepto de IAE en los 35 años de vida útil.
3. Impuesto sobre Bienes Inmuebles de Características Especiales (Bices): la planta de 100 MW aportaría en concepto de Bices un total de 8.285.500 euros, durante la vida prevista de 35 años.
Impacto ambiental positivo
Viridi explica que todos sus proyectos están sometidos a un Plan de Vigilancia Ambiental "de obligado cumplimiento y verificado mediante inspecciones por parte de la administración", un plan cuyo incumplimiento -asegura- conlleva "importantes sanciones". Según la empresa, estos planes de vigilancia permiten evaluar, el nuevo uso del lugar donde habitan las especies de avifauna, su adecuada adaptación al entorno.
1. Tierra: el impacto de las instalaciones fotovoltaicas en el suelo es perfectamente asumible. Al estar libre de actividad humana durante la mayor parte del año, el campo fotovoltaico acaba convirtiéndose -asegura la promotora- en refugio para ciertos animales a la par que recupera su biodiversidad (en estos campos no se emplean fitosanitarios químicos) y pasa a ser compatible con la ganadería y apicultura.
2. Agua: el consumo de agua varía en función del proyecto, pero, en cualquier caso, un campo fotovoltaico no demanda grandes volúmenes de agua. Antes al contrario, si en la zona no existe mucho polvo -explican desde Viridi-, es probable que no no sea necesario emplear agua para la limpieza de los paneles. Los campos fotovoltaicos tampoco generan vertidos contaminantes como aceites, por lo que no contaminan ni suelos, ni aguas subterráneas, ni superficiales, a diferencia de lo que sucede con la agricultura intensiva, que abusa de fitosanitarios y fertilizantes químicos cuyo impacto en suelos y aguas es cada vez más grave. Por fin -apuntan en Viridi-, en un campo fotovoltaico la huella de carbono es "inexistente".
3. Materiales: según la promotora, los paneles fotovoltaicos son perfectamente reciclables: un módulo fotovoltaico de silicio (el 95% del mercado) está compuesto de vidrio (78%), aluminio (10%), plásticos (7%) y metales y semiconductores (5%)". Simplemente recuperando el marco de aluminio y el vidrio de la parte delantera se recicla -concreta Viridi- más del 80% de su peso, mientras que "el resto de componentes, por su considerable valor, también se recuperan".
Lominchar sostenible, la página en la que Viridi responde a, entre otras cosas, estas preguntas frecuentes