Eran los últimos años de la primera década del siglo XXI, grandes proyectos solares construyéndose por todo el territorio, todo a la carrera, conexiones a red en tiempos casi imposibles, altas retribuciones, etc… pero a pesar de ser aún una tecnología inmadura y desconocida en muchos aspectos, una vez entraban los parques en explotación, el departamento O&M de la empresa mantenedora analizaba minuciosamente las tareas realizadas por cada proveedor externo, un claro indicador de la necesidad de ganar confianza…
Por supuesto y por todos es conocido que la retribución de estos activos disminuyó muy considerablemente como consecuencia de la reforma energética, pero esa reducción de los ingresos, condujo a la reducción de los costes de mantenimiento lo que pudo afectar a la calidad del servicio con consecuencias nefastas a medio y largo plazo en un escenario de extensión de la vida de los activos.
En este sentido, en una instalación solar, todo es importante, pero si se trata de los equipos que ocupan aproximadamente el 50-60% (históricamente podía llegar al 70%) del total de la inversión y, por supuesto, los encargados de la generación inicial, creo que a los módulos fotovoltaicos hay que cuidarlos y tratarlos como se merecen y no tratarlos sin más, cómo cualquier otro elemento.
Por poner un símil en donde todos y cada uno de nosotros nos podemos ver reflejados, nos podemos poner en el supuesto que con los ahorros de años de esfuerzo y trabajo duro, por fin, ha llegado el momento de comprar el coche de nuestros sueños, un coche de alta gama, de un fabricante reconocido internacionalmente, con altas prestaciones mecánicas, número uno en seguridad, confort y sobre todo con una pintura brillo metalizado impresionante.
Hablando de mantenimiento del nuevo vehículo, por supuesto, que por mantener garantía acordada y tranquilidad, las revisiones las haríamos en el taller oficial de la marca elegida y tendríamos asegurada la parte mecánica y eléctrica. Pero y si tu coche, tras una tormenta de barro y arena (en la actualidad todo es posible) se queda en un estado desastroso donde con urgencia sería necesario limpiar: ¿Cuál sería la manera rápida y segura que elegirías para limpiar y que mantuvieras la carrocería como desde el inicio? Vayamos a los detalles.
¿Sabes que son los swirls?
Los “swirls” suelen estar entre los problemas más comunes que afectan a la carrocería de los vehículos. Son principalmente conocidos como las micro rayas con patrón circular. Aparte de ser antiestéticos, estos arañazos hacen que la superficie parezca que tiene hologramas y no refleje bien la luz del sol. Todo ello provoca que el color de la carrocería aparente vejez y deterioro.
Ahora te estarás preguntado cómo se hacen los swirls. Pues de la forma más sencilla. Estas micro rayas se forman por los túneles de lavado automático. También influyen los roces en la chapa por el uso diario y una mala técnica de limpieza del coche a mano, entre otras cosas. Una de las formas más sencillas de ver si tienes swirls es colocando tu vehículo al sol. La luz solar te permitirá ver estas rayas. Uno de los sitios en los que mejor se pueden apreciar es en la zona del capó. Al ser un panel horizontal, cuando está bajo el sol, refleja con total claridad esas micro rayas.
¿Qué os parece si nos preguntamos si todo vale para hacer una limpieza de paneles fotovoltaicos? Contestar con un “no” es algo evidente, pero pasado por alto en los últimos años al centrar la importancia únicamente en el cumplimiento de alcances mínimos pactados entre las partes implicadas. Si queremos argumentos de peso, qué mejor que basarnos en las recomendaciones de los mayores fabricantes de módulos fotovoltaicos a nivel mundial:
1. La acumulación de polvo y suciedad en la parte frontal de los módulos reduce a la larga su potencia. Limpia los paneles a ser posible una vez al año.
2. No uses herramientas agresivas o materiales abrasivos que puedan rayar o dañar la superficie del vidrio.
3. No uses vapor o productos químicos corrosivos para facilitar la limpieza de los módulos.
4. Limpia la superficie de vidrio de los módulos fotovoltaicos con un cepillo suave con agua limpia y con una presión recomendada entre 7 y 40 bares.
5. El agua con alto contenido mineral puede dejar depósitos en la superficie del vidrio y no se recomienda.
6. Para evitar daños al módulo, no los limpies con una hidrolimpiadora a presión. Evitaremos eliminar el recubrimiento anti reflectante en la superficie del vidrio para mejorar la potencia de salida y reducir la acumulación de polvo y suciedad.
7. La suciedad nunca debe rasparse o frotarse en seco, ya que esto causará micro-arañazos en el vidrio.
8. Recomienda evitar la rotación a altas revoluciones de métodos de limpieza, ya que podrían crear micro grietas en los módulos fotovoltaicos, dañar siliconas y aluminio.
9. Requisitos mínimos de calidad de agua:
– pH: 5 -7
– Cloruro y salinidad: 0-3000 mg/l
– Turbidez: 0-30 NTU
– Conductividad:1500 – us/cm
– Total de sólidos disueltos (TDS) : ≤1000 mg/l
– Dureza del agua (iones de calcio y magnesio): 0-40 mg/l
– Se debe utilizar agua no alcalina; si las condiciones lo permiten, utilizar agua desmineralizada
¡Ahora puntualicemos!
Los swirls son simplemente daños estéticos, pero la degradación de la parte frontal de un panel solar es el origen del pronto deterioro del generador solar con las consecuencias sumamente nefastas que puede llegar a tener a corto–medio plazo.
Esperamos con entusiasmo que el regreso en la construcción de nuevos activos solares, independientemente del dimensionado de cada uno, traiga consigo más exigencias en la calidad de los servicios, se estudien minuciosamente todos los detalles de las actividades, previo a su desarrollo, y por supuesto se evalúe de manera profesional el resultado de los trabajos, para entre todos llegar a conseguir la optimización en los próximos años.
