“Las plantas solares en suelo son uno de los pilares fundamentales para la transición energética en España. Su desarrollo, para ser sostenible, deberá estar integrado tanto social como ambientalmente. Por eso, desde UNEF trabajamos para que las empresas del sector eleven sus estándares en estos sentidos, tanto respondiendo a mayores requisitos en la autorización como siendo proactivos e introduciendo medidas adicionales a las exigidas legalmente”, señala Jose Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica.
El Certificado de Excelencia en Sostenibilidad y la conservación de la Biodiversidad de UNEF para plantas fotovoltaicas se podrá obtener en la fase de desarrollo del proyecto antes y después de la construcción de la instalación. La entidad evaluadora será una empresa certificadora independiente.
En el primer caso, el proceso de certificación se divide en dos etapas. En la etapa de desarrollo se emitirá un certificado preliminar en base al análisis de la documentación del proyecto aportada por el cliente. Luego, tras la construcción de la instalación, se emitirá el certificado definitivo una vez que se realice la evaluación in situ de la planta y se verifique que se ha desarrollado de acuerdo a la documentación previamente aportada. Si la planta está ya construida, se hará al mismo tiempo el análisis documental y la evaluación in situ.
Requisitos para obtenerlo
Entre los criterios para la obtención del Certificado se incluyen requisitos de excelencia socioeconómica que tienen en cuenta el impacto positivo sobre el empleo local, el diálogo con los actores locales o el efecto tractor en la economía nacional/regional/local, así como la compatibilidad con las actividades económicas existentes o el beneficio para la comunidad local.
En cuanto a la biodiversidad, las plantas no deben verse como una amenaza si no convertirse en una oportunidad. Por eso, los criterios en este ámbito se centran en el emplazamiento de la instalación, la evaluación de su impacto ambiental, el diseño de la planta y de las líneas eléctricas de conexión y también las circunstancias de la obra. Exige la reversibilidad de las plantas de manera que, cuando acaben su vida útil y se desmonten, el medioambiente local haya mejorado considerablemente durante este tiempo.
Los requisitos incluyen también una serie de medidas para lograr que las instalaciones se conviertan en reservas o santuarios de naturaleza y criterios de economía circular.
Además del certificado de excelencia, la empresa, de forma voluntaria, podrá realizar una compensación de carbono de las fases previas a la puesta en marcha de la instalación. Por ejemplo, a través de tratamientos silvícolas y prácticas de gestión forestal sostenible. En caso de realizar esta compensación de CO2, el proyecto llevará un sello adicional en el que se indique que es neutro en emisiones hasta su puesta en marcha.