La Plataforma ha elaborado un documento donde se aborda esta cuestión. En él se apuesta por la sustitución acelerada de la energía basada en combustibles fósiles y nucleares por energías renovables, pero se defiende que esta sustitución debe basarse en un objetivo ambicioso de penetración del autoconsumo (residencial, industrial, de servicios y agrario) acompañado de una estrategia específica para su desarrollo.
Además, la planificación debería determinar qué otras tecnologías y tipologías renovables y en qué proporción deben cubrir la demanda eléctrica prevista de muchos sectores y ámbitos que apenas podrían abastecerse con generación distribuida (transporte ferroviario, industria intensiva, ciertas instalaciones de servicios o residencial…). En opinión de la Plataforma, se tendrían que considerar especialmente las tecnologías renovables que aporten estabilidad al sistema eléctrico (hidráulica con bombeo, biomasa eléctrica adecuadamente dimensionada, biogás, solar termoeléctrica….).
La Px1NME destaca que el desarrollo masivo del autoconsumo doméstico, agrícola o industrial y de las comunidades energéticas implica un modelo con menor impacto sobre el territorio y más democrático que el modelo centralizado basado en grandes instalaciones –"que suelen ser propiedad del oligopolio energético", resalta–, pero necesita un impulso especial por parte de todas las instituciones tanto estatales como locales o autonómicas. Se deberán, también, poner en marcha mecanismos de gestión de la demanda que permitan participar a los usuarios del sistema eléctrico en la estabilidad de la red.
Solo con autoconsumo no se pude
Hacer frente a la emergencia climática va a implicar un gran esfuerzo. 2019 finalizó con 7.800 MW instalados de energía fotovoltaica, pero para lograr el objetivo de que en 2030 haya un 74% de generación de electricidad renovable, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) plantea que, además de eólica y de otras tecnologías renovables, en dicho año haya una potencia instalada de 39.181 MW fotovoltaicos.
Eso supone que en 10 años habría que instalar algo más de 30.000 MW adicionales, sobre los 9.000 que más o menos existirán a finales de 2020. "Parece difícil que este objetivo pueda alcanzarse sólo con autoconsumo, lo que exige el despliegue de una variedad de tipos de instalaciones fotovoltaicas en esta próxima década", señala la Plataforma.
Grandes plantas
Respecto a las grandes plantas, la Px1NME pide que se establezcan criterios estrictos sobre la aprobación de estos proyectos, que tengan en cuenta:
• La planificación de las necesidades de nueva potencia en un mix diversificado renovable.
• La adecuada planificación de las redes de evacuación y de los puntos de distribución.
• La priorización de ubicación para estas instalaciones en zonas de transición justa que hayan sufrido el cierre de instalaciones térmicas, que precisen de reactivación económica o muy despobladas.
• La determinación por parte de las administraciones autonómicas o estatales de zonas de exclusión que deben incluir los Espacios Naturales Protegidos, la Red Natura 2000, las zonas sensibles de especies protegidas, los sistemas de alto valor natural, las zonas de dominio público y las zonas de interés paisajístico y cultural.
• La aplicación estricta de la evaluación de su impacto medioambiental y sobre el territorio según los criterios señalados en el anexo de este documento.