La idea es reducir los costes de producción de la electricidad fotovoltaica, y creo que la Central Madrid ya es rentable, argumenta el autor. Así funciona la central Madrid:
1. Concentrador cilíndrico-parabólico de aluminio expuesto a la intemperie por su parte trasera. No importa que la parte trasera del concentrador se oxide y no esté pulida ya que la parte trasera del concentrador no debe reflejar luz pero sí debe evacuar calor al exterior (las células fotovoltaicas bajarán de rendimiento con calor excesivo). El aluminio es más barato que el vidrio plateado.
2. Estuche visto de perfil (en el estuche se ha hecho el vacío para que el aluminio no se oxide y para que el aluminio no transmita calor a las células fotovoltaicas). El estuche (y la pantalla del estuche) se construirán con materiales que no favorezcan el calentamiento de las células fotovoltaicas (la pantalla del estuche no aparece en el plano 2 y en el plano 2 la central Madrid se ve desde arriba).
3. La pantalla del estuche es transparente y plana (la pantalla plana, no muy grande y no muy delicada solucionará el importante problema de la limpieza).
4. Línea de células fotovoltaicas bifaciales fabricadas por Isofotón y conectadas entre sí. La línea de células fotovoltaicas se fija en la cara interior de la pantalla y las células fotovoltaicas serán más baratas porque no será necesario protegerlas de la intemperie.
5. Piezas que unen por arriba y por abajo todos los estuches de una fila (estas piezas no aparecen el plano 1).
6. Motores eléctricos que orientan los concentradores (cada motor orienta una fila gracias a las piezas señaladas con el número 5).
7. Vía del robot limpiador (un simple circuito cerrado de hormigón). El robot recibe la electricidad del centro de control en forma de microondas y gira alrededor de su eje cuando cambia de fila. De un helicóptero descenderán los encargados de las reparaciones avisados por el robot limpiador
8. Centro de control, transformadores y anillo superconductor (el anillo superconductor estará sumergido en nitrógeno líquido y podrá almacenar 100.000 kilovatios hora). La potencia de una central Madrid será de 100 megavatios.
Más información:
Francisco Gómez Beltrán
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