Como se sabe, y él mismo ha hecho de eso una bandera, durante la campaña Trump prometió construir un muro a lo largo de la frontera con su país vecino hacia el sur, para -dijo una y otra vez- detener la inmigración ilegal y el narcotráfico. También insistió en que haría que México pagara la factura, aunque el presidente Enrique Peña Nieto ya rechazó vehementemente esa idea.
Respecto a la autoadjudicación de la idea de conciliar el muro con paneles solares que, afirmó, proporcionarían energía barata y ayudarían a pagar su construcción, no son pocos los medios de comunicación que han hecho hincapié en que hay diseños presentados por empresas postuladas para levantar el mencionado muro que incluyen paneles solares.
Sin embargo, al dirigirse a sus simpatizantes en una manifestación al estilo de campaña en Cedar Rapids, dijo: "Les daré una idea de la que nadie ha oído hablar todavía. Estamos pensando en algo único, estamos hablando de la frontera sur, mucho sol, mucho calor, estamos pensando en construir el muro como un muro solar, que crea energía y se paga a sí mismo. De esta manera, México tendrá que pagar mucho menos dinero, y eso es bueno, ¿verdad? ".
Y agregó: "Un muro solar, paneles, hermoso. Realmente pienso en ello, cuanto más alto sea, más valioso será. Bastante imaginativo, ¿verdad?".
¿De quién es la idea?
Se cree que más de 200 empresas han respondido a una invitación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para presentar diseños para el muro. Entre ellos estaba uno presentado por la firma Gleason Partners, de Las Vegas, que ha propuesto un muro de acero, cemento y paneles fotovoltaicos. Veinte compañías ya han sido preseleccionadas.
La idea de añadir paneles solares al muro fronterizo también fue explorada en un editorial del diario Wall Street Journal en marzo pasado. Vasilis Fthenakis, director del Centro de Análisis del Ciclo de Vida de la Universidad de Columbia, y Ken Zweibel, ex director del Instituto Solar de la Universidad George Washington, concluyeron que el agregado de ese sistema de energía "no sólo es técnica y económicamente factible, sino incluso más práctico que un muro tradicional".
Fthenakis y Zweibel también sostuvieron que un muro con paneles fotovoltaicos de 3.200 km podría costar menos de 1.000 millones de dólares, en vez de decenas de miles de millones de dólares necesarios para un muro fronterizo tradicional, además de convertirse en algo “sumamente redituable”.