Se trata de la primera instalación de estas características que la empresa ejecuta en el país insular africano. La nueva planta consta de cinco sistemas fotovoltaicos, diseñados e instalados por TFM, los cuales están equipados con 3880 módulos y poseen una capacidad conjunta de 1,3 MW. En concreto, se trata de un campo en suelo de 0,9 MW, dos sobre pérgolas y dos más en tejados de edificios de la misma parcela.
Adicionalmente, la central cuenta con diversas innovaciones tecnológicas. Por un lado, 400 paneles monocristalinos y bifaciales integrados arquitectónicamente en los techos de las áreas de estacionamiento. Asimismo, las placas del resto del parque están instaladas en serie con el objetivo de obtener un mayor rendimiento en situaciones de baja radiación. Por otro lado, se ha habilitado un software de hibridación con diésel para optimizar la eficiencia de la planta en situaciones de mayor variación solar.
El parque fotovoltaico es el tercero mayor del país y evitará una ignición de 486 toneladas de combustibles fósiles por año y la emisión de 1768 toneladas de dióxido de carbono.