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Soria y el lobo

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¡Viene el lobo! Llevamos años jugando a variaciones de este juego con la regulación o no regulación o regulación no puesta en marcha en España. Es una política híbrida de hechos y de regulación para desincentivar el autoconsumo. El último episodio es la falta de aprobación de la regulación técnica de desarrollo del Real Decreto, como la manera de liquidar los cargos por autoconsumo o los esquemas eléctricos.
Soria y el lobo

La primera es necesaria para recaudar el llamado impuesto al sol, que técnicamente sería mejor llamarlo sobre–peaje al sol (y al viento, y al agua, y a la biomasa…). De momento se está consiguiendo con la estrategia que la mayoría de instalaciones existentes de autoconsumo no se estén inscribiendo en el registro creado por el RD 900/2015, con o sin legalizarse, y por supuesto no están pagando ningún peaje, ni los inscritos ni los no inscritos.

¿Se aprobará antes de las elecciones?
El ex ministro Soria se ha ensuciado demasiado y ha dejado la manada, pero su lobillo segundo sigue allí. Este último dice que no ve ningún obstáculo en los compromisos políticos adquiridos por su partido con Ciudadanos para facilitar el Gobierno, a pesar de que una lectura llana de estos sugeriría lo opuesto. Él tiene aspiraciones de hacerse lobo alfa, y la verdad es que hace tiempo que parece sentirse el alfa de facto. Bien contrario a sus compañeros ideológicos estadounidenses del Tea Party, él no tiene una valoración tan positiva de los derechos individuales del ciudadano de empoderarse de su propia energía. Los ve como una pandilla de asociales que quieren aprovecharse del sistema como una especie de free rider.

Por esta razón ve muy justificado que paguen una especie de penalización desincentivadora para el autoconsumo inmediato. Aun así, la impresión es que no le importa mucho la aprobación de la pieza normativa que falta todavía para poner el sistema castigador en marcha. A lo mejor el secretario de Estado en funciones confía en que la indefinición regulatoria en sí es, de momento, mejor castigo.

Adivinamos cómo será la regulación
Repasemos las diferentes llamadas al lobo: yo apostaba en su día que no se aprobaría la nueva regulación de autoconsumo antes de las elecciones y me equivoqué. No me había parado todavía en esos momentos a pensar en la regulación técnica que se necesitaría a posteriori. Luego, nos preguntábamos si podría derogarse antes de la finalización del periodo transitorio, para legalizar e inscribir instalaciones, que acabó el día 11 de abril. Allí sí que acerté, porque vi demasiado apretado el plazo para hacerlo.

A cierre de redacción de este artículo todavía ni tenemos gobierno, de hecho. Las apuestas que podrían hacerse ahora es si se aprobará el reglamento técnico antes de que se haya formado gobierno, si Nadal será ascendido a ministro de Industria, o si se aprobará la proposición no de Ley, solicitada por la Unión del Pueblo Navarro al PP, su socio en el congreso, para modificar el RD 900/2015. Más en general podríamos plantearnos si llegarán a cobrarse en algún momento los cargos al autoconsumo instantáneo.

Perdiendo el tiempo mientras tanto
En las curvas de abaratamiento de la tecnología necesarias para hacer autoconsumo destacan la fotovoltaica y las baterías. De entrada, parece que el regulador está haciendo perder el tiempo al ciudadano con su regulación incompleta y a bandazos. Pero en el fondo está perdiendo el tiempo el propio regulador, incluso está regulando de forma contraproducente a los intereses que pretende proteger. Si el bien a proteger son los ingresos de la red de distribución, o incluso si aceptáramos que fueran también los ingresos de la red de transporte, el regulador está haciendo un flaco favor a este interés. Pronto será más atractivo desconectarse del sistema y tener un sistema autónomo en vez del sistema conectado al resto de los usuarios.

Es la llamada espiral de la muerte, y esta espiral gira rápidamente a un ritmo alimentado por la economía mundial, sin que el regulador nacional, ni las eléctricas nacionales tengan control alguno sobre ello. Si el regulador no hace lo suficiente atractivo para los ciudadanos quedarse dentro del sistema, con un buen mecanismo de autoconsumo sin cargos o incluso de balance neto, como en otras economías modernas, perderá tanto tiempo que hará que todo el sistema eléctrico como lo conocemos podría perder el tren. El negacionismo ya ha incrementado de forma muy alarmante los costes hundidos del viejo sistema energético global como para añadir algunos más a estas alturas.

La tecnología disruptiva ya está aquí, los efectos son inevitables, es mejor adaptar, relocalizar, reconvertir o reciclar los sistemas actuales para destruir lo mínimo necesario de otras inversiones mal planteadas. Ya no es únicamente la fuerza política internacional que fomenta la penetración de las energías renovables en el abastecimiento energético del país, sino simplemente el mecanismo de oferta y demanda. Procrastinar más sólo servirá para ralentizar una muerte anunciada.

It’s the economy, stupid
España podría recuperar su posición de liderazgo, perdida hace unos años, y las distribuidoras deberían adaptarse ya a esta nueva realidad. Si no les es posible tendrán que, simplemente, aceptarla. El sistema retributivo del sector en su generalidad es un tema que no voy a abordar aquí, por razones de espacio, pero para mí es el gran tema pendiente. Hay que dejar de intentar adaptar las renovables al sistema eléctrico y empezar con la adecuación del sistema a las diferentes tecnologías y modalidades de penetración de energías renovables. Hay sitio para todos, existen diferentes segmentos del mercado, y cada tecnología tiene su función. La formación de precios del sistema eléctrico debería reflejar esto. Las redes de distribución hasta podrían devolverse al contribuyente, si aquellas empresas que las recibieron como obsequio en los tiempos de bonanza de la privatización no supieran gestionarlo de una forma competitiva.

¿Qué hay que hacer mientras tanto?
No hay que esperar al regulador de turno para tomar decisiones de inversión. Parece un consejo paradójico viniendo de un abogado, pero lo creo sinceramente. Son momentos estratégicos y nos tenemos que guiar por una visión a largo plazo. Los reguladores, y con ellos la regulación, cambian constantemente, y lo que se publica en el BOE no siempre se cumple, para lo bueno y para lo malo. No digo que no tengamos que ser combativos, ni mucho menos, los que me conocéis ya sabéis de que hablo. Tenemos que insistir en nuestros derechos, si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. A la vez tenemos que evitar que unos pocos nos excluyan de un mercado que ya es de todos, este cambio paradigmático ya está aquí para quedarse.

Seguramente viviremos más volatilidad regulatoria en el sistema eléctrico, pero no creo que haya más elasticidad hacia medidas prohibitivas en el sentido económico o jurídico. Por nuestra parte, hemos recurrido el Real Decreto ante el Supremo y lo hemos denunciado ante la Comisión Europea en representación de diversas organizaciones renovables, sociales y ambientales, así como de algunos autoconsumidores y empresas instaladoras. En la actualidad el recurso ante el Supremo se encuentra suspendido, en espera de que el Tribunal Constitucional resuelva el conflicto de competencias planteado por la Generalitat de Catalunya.

¿Desconexión?
Es una cuestión económica estratégica: entiendo que a la larga será mucho mejor que todos los sistemas de autoconsumo estén interconectados, para poder beneficiarse de todos los desarrollos tecnológicos que faltan implementarse todavía en España. Pienso en el balance neto y en las redes peer-to-peer para intercambiar energía, entre otros. Allí hay grandes potenciales para conseguir grandes ganancias en eficiencia, y por ende en rentabilidad. Dicho esto, es posible que en momentos determinados sea más atractivo usar baterías y desconectarse. Aun así, siempre desaconsejaría la desconexión en el sentido jurídico; independiente de la forma de operación de una instalación de autoconsumo la legalizaría. A pesar de que el procedimiento para hacerlo sea engorroso, por seguridad técnica y seguridad jurídica me parece aconsejable hacerlo.

* Piet Holtrop es abogado, fundador de Holtrop S.L.P. Transaction & Business Law, una firma internacional especializada en Derecho Europeo en el sector de las energías renovables.

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