En este icónico edificio de la ciudad catalana, la Asociación de Padres y Madres decidió instalar en 2001 en el tejado del centro una planta fotovoltaica. Una decisión que, además de tener unas consecuencias inmediatas en el medio ambiente, repercutía en el AMPA del centro, ya que al ser propietaria de la planta, los ingresos que se obtuvieran con la venta de energía estaban destinados a las actividades de la asociación.
Sin embargo, hace dos años la planta dejó de funcionar. Aunque las plantas fotovoltaicas son instalaciones fiables, de sencillo mantenimiento y con capacidad para producir energía limpia durante más de 30 años, también es cierto que, como cualquier instalación eléctrica, requieren de cierto mantenimiento que garantice el correcto funcionamiento durante toda la vida de la planta. En ocasiones, la falta de mantenimiento produce un deterioro paulatino de la instalación que, como le sucedió a la Escola, puede llevar al cese de producción de energía limpia.
Frente a este hecho, los voluntarios del grupo local en Sabadell de Som Energía, promovieron y convencieron al AMPA y a la dirección del centro para reparar la planta de forma inmediata. Asimismo, buscaron el soporte técnico de la ingeniería y empresa de no lucro Ecooo que se ha encargado de los arreglos y la puesta en marcha de la instalación.
Así, tras 2 años de inactividad, desde el pasado 15 de septiembre la instalación fotovoltaica vuelve a generar energía renovable en la cubierta de la Escola. Gracias a esta intervención se inyectarán en la red 44.567 kWh de energía limpia durante los próximos 14 años de vida útil que le restan a la planta, evitando con ello la emisión de 3 toneladas de CO2 a la atmósfera.