Solaria ha obtenido la autorización administrativa de construcción para el proyecto fotovoltaico de 'Garoña', de 595 megavatios (MW) en el entorno de la antigua central nuclear de Burgos. Se trata de cuatro plantas solares fotovoltaicas con las que el grupo de renovables aspira a alcanzar una capacidad de tres gigavatios (GW) a finales de 2024. Este proyecto, de los más grandes de la cartera de Solaria, cuenta con un presupuesto de unos 360 millones de euros para la instalación de alrededor de 1,5 millones de paneles solares, que darán servicio a unos 300.000 hogares de la provincia de Burgos. Solaria obtuvo un beneficio neto de 86,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un incremento del 24% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según informa Europa Press.
El pasado mes de diciembre de 2022, el Consejo de Seguridad Nuclear daba el visto bueno a estos parques fotovoltaicos que Solaria proyecta en el entorno de Garoña. Según la evaluación del CSN, las actuaciones asociadas a este proyecto no producirán afecciones a las estructuras, sistemas y componentes de la central ni a sus instalaciones interiores, y tampoco presentarán una interferencia indirecta, tanto en fase de operación como de emergencia de la central.
Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) autorizaba en julio del año pasado el inicio del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña en dos fases y hasta 2033. La central nuclear de Garoña, la más vieja de España, recibió autorización para ponerse en marcha en 1966 y cumplió 40 años de vida operativa en 2011. Tenía permiso de operación hasta el 6 de julio de 2013, pero la empresa propietaria (Nuclenor: Iberdrola y Endes) pidió el cese de operación en diciembre de 2012 (está parada desde entonces). Posteriormente, en mayo de 2013, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) admitió que Garoña mantuviera su licencia sin operar, pero Industria no pudo hacer valer esta decisión y tuvo que declarar su cierre definitivo de explotación, en vigor a día de hoy. En 2014 se aprobó un real decreto que permitía a Garoña obtener una nueva autorización y Nuclenor pidió la ampliación hasta 2031, hasta que el 1 de agosto de 2017 el Gobierno anunciara su cierre definitivo.