La compañía Siliken ha hecho público un comunicado en el que asegura que “está concluyendo la selección de la ubicación, así como los trámites legales necesarios para poner en marcha esta planta de producción”. El efecto medioambiental de esta fábrica es que evitará la emisión a la atmósfera de 40.000 toneladas de CO2 anuales y la generación de 40.000 miligramos de residuos radioactivos de alta actividad.
La nueva planta se unirá a las que Siliken tiene en funcionamiento actualmente en Valencia y San Diego (California, USA). Con ella se pretende atender a la demanda de equipamiento fotovoltaico que se ha empezado a generar desde la publicación de las primas a la producción eléctrica (FIT Program) de instalaciones fotovoltaicas en Ontario y la discriminación positiva del producto manufacturado en esta provincia por la nueva legislación.
La llamada Ley Verde de Ontario tiene dos objetivos generales: el desarrollo de una economía sostenible que promoverá la creación de 50.000 puestos de trabajo en tres años, y el cierre en 2014 de todas las plantas alimentadas por carbón. En este contexto, Ontario ha legislado para favorecer todas las tecnologías capaces de producir electricidad sin coste ambiental.
El grupo Siliken está presente en España, Italia, Francia, República Checa, Grecia, Bélgica, Holanda y Estados Unidos. Su capacidad de producción es de 250 MW entre las plantas productivas de Valencia y San Diego.
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www.siliken.com