La compañía japonesa ha comenzado a aplicar voluntariamente la directiva RoHS, que restringe el uso de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos. Lo ha hecho, explica Sharp, aunque “la tecnología aplicada a las energías renovables está exenta de esa normativa europea y la reciente enmienda a esa directiva también mantiene la exención para los productos fotovoltaicos”.
En concreto, Sharp está aplicando la directiva RoHS en la producción de módulos solares de película fina y tiene previsto ampliar su cumplimiento a todos los productos fotovoltaicos cristalinos a principios de 2012. Peter Thiele, vicepresidente ejecutivo de Sharp Energy Solution Europe, ha explicado que “nuestro negocio solar no sólo es hacer grandes avances en el uso de la energía solar. Los productos también tendrán que alcanzar altos estándares ambientales. Si se pueden producir módulos de película fina eficientes sin metales pesados, para nosotros, obviamente, es importante hacerlo”.
Para Sharp, cumplir con los criterios de la RoHS en la serie de película fina es un paso muy significativo, ha indicado Peter Thiele. “Con ello, estamos demostrando que la producción eficiente y rentable de módulos fotovoltaicos también es posible sobre la base del respeto al medio ambiente. Cuanto más hagamos por consolidar la tecnología solar y cuantas más plantas solares se instalen en todo el mundo, más fuerte tiene que ser el compromiso de la industria con la calidad medioambiental de cada módulo”.
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