El nuevo aparato, que Sharp califica de "ecológico", necesita, según sus creadores, "sólo una cuarta parte de la electricidad que requiere un televisor convencional de tubo de 28 pulgadas con la misma superficie de pantalla y reduce su consumo anual en más de un 60%".
En 2005, un televisor Sharp fue el primer televisor plano en recibir una Eco-label, una etiqueta con la que la Comisión Europea premia a los productos respetuosos con el medio ambiente. Desde entonces, informa la compañía, más de cuarenta modelos Sharp han recibido este premio, que sólo se otorga a productos que cumplen unos requisitos muy estrictos, como son un bajo consumo eléctrico cuando están en funcionamiento y un consumo en modo de espera de menos de un vatio.
La compañía asegura que el respeto al medio ambiente es una de sus prioridades. Muestra de ello, insiste, es la avanzada “Guía Verde de Productos Sharp”, que "garantiza una mejora continua de las prestaciones ecológicas de los productos de la marca".
Más información:
www.sharp-solar.com