En el trabajo, titulado Encuesta de opinión pública: energía eléctrica, para el que se realizaron 2.000 entrevistas, se presenta que un 84 % considera que el precio de la electricidad en el país es caro o muy caro
Una de las conclusiones de la encuesta es que el interés por cambiar de empresa, si se implementa la libre elección en Brasil, así como el interés por generar energía eléctrica en el hogar, crece a medida que crece la renta familiar y la escolaridad de los encuestados. Este perfil también está menos dispuesto a cambiar de empresa si el precio ya no es interesante, pero más dispuesto a pagar un precio más alto en su factura para incentivar la generación de electricidad en otros hogares brasileños.
Según el director general de la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar), Rodrigo Sauaia, la razón de este fuerte interés de los consumidores está vinculada a tres factores fundamentales: la reducción de los precios de los equipos fotovoltaicos, el aumento creciente de las tarifas eléctricas para los consumidores, y una creciente conciencia de los brasileños sobre temas económicos y de sostenibilidad.
"Otro factor importante que está llamando cada vez más la atención de los gobiernos y del Congreso Nacional -explica Sauaia- es el gigantesco potencial para generar empleo e ingresos a partir de la energía solar. Esto será crucial para los brasileños cuando salgan de la pandemia, que dejó muchos desempleados en el país. Al ser un mercado muy dinámico, con un fuerte atractivo para las inversiones, la energía solar es una palanca para el desarrollo económico sostenible de Brasil".
Por su parte, el presidente del consejo de Absolar, Ronaldo Koloszuk, aseguró que "desde 2012, el sector solar fotovoltaico brasileño ha generado más de 182 mil empleos acumulados y ha traído más de 31,8 mil millones de reales (casi 6 mil millones de dólares) en inversiones privadas, repartidas en todas las regiones del país. Hasta julio de 2020, el sector generó más de 47 mil nuevos puestos de trabajo, incluso con la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del covid-19".
"La energía solar es competitiva y pocas inversiones son tan rentables en Brasil como un sistema fotovoltaico, ya que la tarifa eléctrica en Brasil es una de las más caras del mundo, lo que ha llevado constantemente a muchos consumidores a utilizar el tecnología ", añadió Koloszuk.
