Hasta ahora, las actividades de producción descentralizada de energía eléctrica estaban reguladas por el Decreto-Lei 153/2014. El nuevo DL mejora esta normativa, permitiendo que el exceso de energía generado en las instalaciones de autoconsumo puede venderse en el mercado al contado o a través de acuerdos bilaterales de compra de energía (PPA). Además, simplifica los procesos burocráticos para obtener los permisos para el autoconsumo residencial y eleva considerablemente, hasta los 30 kW, el límite de tamaño para estas instalaciones.
También proporciona por primera vez un marco legislativo para las comunidades energéticas, permitiendo a los propietarios de viviendas y a las empresas dispuestas a convertirse en prosumidores sumar sus esfuerzos en proyectos de autoconsumo colectivo y compartir unidades de generación.
El secretario de Estado de Energía, João Galamba, que dio a conocer a través de su cuenta de Twitter la nueva regulación, dijo que ésta mejora las directrices de autoconsumo publicadas en 2014 y ayudará al Ejecutivo en su objetivo de generar el 80% de energía con renovables para el año 2030. A finales de 2018, Portugal solo contaba con 670 MW de capacidad solar, según la Agencia Internacional de Energías Renovables, IRENA.