La última manifestación de esta pandemia de idas y venidas ha sido el confinamiento de las ciudades chinas de Shenzhen y Shanghái, de 17 y 25 millones de personas respectivamente. Lo que conlleva paralizaciones en fábricas y puertos de una de las zonas claves de producción de equipos fotovoltaicos. Por otro lado, el estallido de la guerra de Ucrania no ha hecho más que aumentar la inestabilidad política y económica.
“A todo ello hay que unir la subida de precios en algunas materias primas, y el enorme perjuicio causado por el cambio del tipo de divisa, con una fuerte depreciación del euro frente a la moneda china”, apunta Alberto Ruiz.
La creciente demanda mundial en el sector fotovoltaico se ejemplifica en dos grandes casos como son “la demanda de la India sobre 8 GW de manera urgente por la imposición de aranceles con China y las licitaciones públicas chinas que coparán 20 GW de producción durante este 2022. A lo que se une al crecimiento del sector en todas las áreas geográficas, incluyendo Europa y Latam”, señalan desde Paragon Solar.
En resumen, la inestabilidad geopolítica actual y una demanda creciente en el sector fotovoltaico harán que “durante los próximos meses experimentemos subidas en los precios de los diferentes equipos de una instalación fotovoltaica, especialmente en los módulos”, afirma Alberto Ruiz.