La tecnología fotovoltaica es la única energía renovable cuya regulación para el futuro inmediato está por determinar, después de los acuerdos a los que llegó Industria con los representantes eólicos y termosolares. En ambos casos se determinaron una serie de ajustes que reducen la percepción económica a la producción en el caso de la eólica, y la retrasan en el caso de la termosolar.
La decisión del ministerio de Industria respecto a la fotovoltaica también es la de recortar. El gabinete que dirige Miguel Sebastián quiere que la fotovoltaica reduzca 1.000 millones de euros anuales. Este es uno de los puntos que hasta ahora han sido innegociables para Industria. Para conseguirlo propone, entre otras cosas, la limitación de las horas en la que las instalaciones fotovoltaicas tendrían derecho a cobrar la prima por la producción de electricidad mediante la utilización de una tecnología limpia.
Durante las conversaciones mantenidas el gobierno ha hablado de la posibilidad de bajada de las tarifas futuras de un 45% para instalaciones en suelo, un 25% las de grandes cubiertas y 5% para tejados pequeños.
Las asociaciones han presentado a lo largo de la negociación diferentes alternativas para conseguir el ahorro demandado por Industria. Medidas como que se cumpla le ley y el gobierno actúe contra las instalaciones que entraron fuera de plazo en el Real Decreto 661/2007, ya que están cobrando una prima más elevada de lo que les corresponde. Ahora bien, a lo que siempre se han negado es a que se produzca retroactividad. Es decir, a que se reduzcan las percepciones de las instalaciones que están funcionando de acuerdo a los Reales Decretos aprobados por el gobierno y a cuyas condiciones se acogieron en su momento para poder retornar las inversiones realizadas.
El sector fotovoltaico acude al despacho de Miguel Sebastián avisados por el ministro, que a principios de julio dijo que se si no se alcanza un acuerdo pactado podría adoptar una decisión unilateral.
Lo que suceda en la reunión del miércoles pude ser capital para un sector que tiene que devolver a los bancos unos 20.000 millones de euros por los inversiones realizadas y cuyo valor de mercado ha caído un 98,5% por la falta de actividad. Los datos de ASIF indican que el valor de mercado del sector fotovoltaico fue de 16.380 millones de euros en 2008, cuando se superaron todas las previsiones de crecimiento. En 2009, sólo un año después su valor de mercado en 2009 fue de 233 millones de euros, según la misma fuente.