La idea de desplegar paneles solares en las carreteras con el fin de generar electricidad no es nueva. La primera iniciativa de este tipo surgió hace una década en Estados Unidos y, desde entonces, se han desarrollado proyectos similares en ciudades como Berlin o en las afueras de Amsterdam. Pero hasta la fecha se trataba de caminos solares de poco recorrido. El proyecto Wattway ha traído una nueva dimensión, según informa el periódico Le Monde.
Dirigido por la empresa pública de construcción COLAS (grupo Bouygues) y el Instituto Nacional de Energía Solar (INES), con la participación del Comisariado de Energía Atómica y Energías Alternativas (CEA) y la Univserdiad de Saboya, Wattway se ha materializado tras cinco años de investigación y de pruebas realizadas en Vendée, en Bouches-du-Rhône e Yvelines, si bien el auténtico banco de pruebas va a ser el propio camino.
La carretera cuenta con unos 2800 m2 de paneles solares fotovoltaicos en forma de baldosas pegados al asfalto y fuertemente protegidos por una resina protectora que, según los socios de Wattway, “les hace capaces de soportar el flujo de todo tipo de vehículos, incluidos los vehículos pesados", asegurando, al mismo tiempo, una buena adherencia entre los neumáticos y la carretera. Estos módulos han sido fabricados por la cooperativa SNA, ubicada en Tourouvre-au-Perche; es decir, en el mismo pueblo que alberga el novedoso camino.
La electricidad generada va a ser inyectada en la red de distribución local a través de una conexión directa. Según COLAS, una superficie de 20 m2 de la pista es suficiente para suministrar electricidad a un hogar (excluyendo calefacción) y el kilómetro completo proporciona el equivalente del consumo del alumbrado público de una ciudad de 5.000 habitantes.
Sin embargo, el proyecto también ha recibido críticas de quienes cuestionan su rendimiento energético real, como es el caso de Marc Jedliczka, vicepresidente de la Red por la Transición Energética (CLER) y director general de la asociación fotovoltaica Hespul. “Se trata, sin duda, de una proeza técnica, pero en el desarrollo de las renovables hay otras prioridades que construir un ´gadget´ tan caro (ha costado 5 millones de euros) del que ni siquiera sabemos cómo funcionará”, ha declarado este experto.
Lo cierto es que si bien en octubre pasado el Ministerio de Medio Ambiente anunció que la producción de la infraestructura iba a ser de 17. 963 kilovatios hora (kWh) diarios, poco después tuvo que rectificar e indicar que la producción esperada es de 790 kWh por día. Es decir, veinte veces menos.