La mayoría de los científicos e ingenieros que han pensado en la logística de vivir en la superficie del Planeta Rojo han asumido que la energía nuclear es la mejor alternativa, en gran parte debido a su confiabilidad y funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana. En la última década, los reactores de fisión nuclear Kilopower miniaturizados han avanzado hasta el punto en que la NASA los considera una fuente de energía segura, eficiente y abundante y clave para la futura exploración robótica y humana. La energía solar, por otro lado, debe almacenarse para su uso durante la noche, que en Marte dura aproximadamente el mismo tiempo que en la Tierra. Y en Marte, la producción de energía de los paneles solares puede verse reducida por el omnipresente polvo rojo que lo cubre todo. El vehículo Opportunity de la NASA, de casi 15 años, alimentado por paneles solares, dejó de funcionar después de una tormenta de polvo masiva en Marte en 2019.
Sin embargo, un nuevo estudio, publicado esta semana en la revista Frontiers in Astronomy and Space Sciences y del que se hace eco la agencia Europa Press, utiliza un enfoque de sistemas para comparar estas dos tecnologías cara a cara para una misión extendida de seis personas a Marte, misión que implicaría una estadía de 480 días en la superficie del planeta antes de regresar a la Tierra. Ese es el escenario más probable para una misión que reduce el tiempo de tránsito entre los dos planetas y extiende el tiempo en la superficie más allá de una ventana de 30 días.
Pues bien, el análisis elaborado por el equipo de científicos de la Universidad de California, Berkeley, ha revelado que para los sitios de asentamiento en casi la mitad de la superficie marciana, la energía solar es comparable o mejor que la nuclear, si se tiene en cuenta el peso de los paneles solares y su eficiencia, siempre que se use algo de energía diurna para producir hidrógeno para su uso en pilas de combustible, que suministrarían energía a la colonia por la noche o durante tormentas de arena.
Aaron Berliner, estudiante de doctorado en bioingeniería de UC Berkeley, uno de los dos primeros autores del artículo: "la generación de energía fotovoltaica acoplada a ciertas configuraciones de almacenamiento de energía en hidrógeno molecular supera a los reactores de fusión nuclear en más del 50% de la superficie del planeta, principalmente en aquellas regiones alrededor de la banda ecuatorial, lo que contrasta bastante con lo que se ha propuesto una y otra vez en la literatura, que es que será energía nuclear"
El estudio, que brinda una nueva perspectiva sobre la colonización de Marte, proporciona además una hoja de ruta para decidir qué otras tecnologías implementar al planificar misiones tripuladas a otros planetas o lunas.