Ferguson acaba de volver de Barcelona y después de hacer algunas cuentas ha dicho que el proyecto supondría la “mayor inversión realizada por la ciudad de Bristol”, a la que quiere convertir en la primera ciudad solar del Reino Unido. Si sus planes prosperan en 2020 habrá medio millón de paneles fotovoltaicos sobre las casas de los bristolianos, con la potencia de una central nuclear.
El alcalde ha impulsado ya un grupo de trabajo que se denomina Bristol Solar City y que es, en realidad, una coalición de organizaciones locales a las que quiere implicar en este reto. El grupo velará por alcanzar los objetivos previstos, por más ambiciosos que puedan parecer. “Eso hará de Bristol una ciudad menos dependiente de recursos energéticos externos, nos hará más autosuficientes”.
Esta semana se reunirá con representantes de la industria aeroespacial de Bristol, donde se encuentra una de las principales sedes de Airbus, para tratar de ver con ellos de qué manera todos esos paneles fotovoltaicos, en torno a 500.000, pueden ser fabricados en la propia ciudad.
Bristol, con algo más de 400.000 habitantes, pasa por ser una de las cinco ciudades más verdes del Reino Unido, con una fuerte presencia de firmas relacionadas con las renovables y las tecnologías limpias. Y es finalista en la carrera por ser la Capital Verde Europea en 2015. Por su situación geográfica también la más soleada entre las grandes ciudades británicas.
El fundador de Bristol Solar City, Kerry Burns, ha dicho que solo con los tejados de las viviendas y las cubiertas de los edificios que hay dentro de los límites de la ciudad se podría alcanzar una potencia fotovoltaica de 700 MW. “El sector comercial tiene mucha superficie de cubiertas que podrían ser utilizadas y estamos en conversaciones con los propietarios de zonas comerciales periféricas para animarles a que instalen energía solar. Además, esperamos utilizar también algunos terrenos para hacer grandes plantas sobre suelo”.
“Como los precios de la energía siguen subiendo, generar nuestra propia energía verde y limpia proporcionará seguridad de suministro y estabilidad económica a la ciudad, además de ayudarnos a reducir la factura eléctrica de hogares y negocios. Y la emisiones de CO2, en torno a 460.000 toneladas menos al año. Todo ello, mientras creamos empleo local, desarrollamos nuevas empresas en la región y dejamos un legado a las nuevas generaciones”.
Burns cree que la energía fotovoltaica irá “como un cohete” a partir de 2015 ó 2016, cuando se alcance la paridad de red en zonas como el suroeste de Inglaterra.